Sánchez sume al CGPJ en un caos surrealista

CGPJ

El presidente del Tribunal Supremo y del CGPJ, Carlos Lesmes, ha visto cómo su modelo de sucesión -ha anunciado su inminente retirada- ha concitado el rechazo unánime de todos los miembros de CGPJ, algo insólito en una institución donde la división entre vocales propuestos por el PSOE y PP es palmaria. Lesmes, pues, ha logrado un hito histórico, un fracaso absoluto como guinda a su gestión.

Y es que su propuesta de que, ante la ausencia de vicepresidente del Supremo, fuera presidente del TS y del CGPJ el miembro más antiguo del alto tribunal, Francisco Marín, ha sido rechazada en pleno por los vocales del Poder Judicial al considerar que éste no es miembro del órgano de gobierno de los jueces. En suma, que Lesmes se irá dejando un vacío de poder de proporciones nunca vistas. O sea, al bloqueo del CJPG se une ahora una situación insólita que agrava, más si cabe, el problema.

La solución parece imposible, porque el PSOE sigue empecinado en que el CGPJ se pliegue a su exigencia de designar candidatos para el TC cuando el propio Sánchez impidió que el CGPJ nombrase candidatos a los órganos jurisdiccionales. En su intento de asaltar la justicia, Sánchez ha llevado al Consejo General del Poder Judicial a una situación surrealista. La propia UE ha instado al Gobierno a que acepte que sean los jueces quienes elijan a los jueces, pero el presidente del Gobierno está obsesionado con controlar el CGPJ y el TC para resolver un eventual indulto al socialista José Antonio Griñán o un hipotético referéndum de independencia en Cataluña.

Necesita garantizarse que los tribunales avalen sus planes y por eso no está dispuesto a garantizar la independencia de los jueces bajo ningún concepto. Lo que está ocurriendo en el CGPJ es fruto del acoso de un Gobierno que no acepta algo tan elemental en democracia como la separación de poderes.

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