Sánchez promete a Otegi maniatar a la Audiencia Nacional

Sánchez Otegi

Una de las exigencias de los proetarras de Bildu a Pedro Sánchez para ofrecerle sus votos tiene una transcendencia que ha pasado inadvertida, pero que es crucial. Los de Arnaldo Otegi ya han escenificado públicamente su apoyo al PSOE, después de que hayan recibido el visto bueno socialista a su petición de que la Audiencia Nacional deje de decidir sobre la concesión de terceros grados a los presos de ETA que cumplen condena en cárceles vascas.

Eso significa que los reclusos etarras, tras una reforma legal aún por articular, dejarán de estar bajo el paraguas del juzgado de vigilancia penitenciaria de la Audiencia Nacional. Así ha sido hasta ahora, en base a la ley 5/2003 que regula el papel de estos juzgados centrales. ¿Y qué ocurrirá después? Pues muy sencillo: que la administración de Justicia del País Vasco obtendrá todas las competencias de vigilancia penitenciaria sobre los presos que estén en su jurisdicción, incluidos los etarras. 

No es difícil imaginar que no tardará mucho en llegar el momento en que con la nueva cesión de competencias serán otros jueces lo que analizarán las actas de las juntas de tratamiento penitenciario de las cárceles vascas, sin necesidad de regirse por los criterios actuales de la Audiencia Nacional.

Y no hay que ser muy sagaz para concluir que los 110 presos etarras que actualmente cumplen condena tendrán mucho más fácil alcanzar el tercer grado o la libertad condicional.

Si los de Otegi ya se han adelantado a expresar su firme disposición a darle a Pedro Sánchez sus votos para que siga siendo presidente del Gobierno es porque ya tienen el compromiso de este de que la Audiencia Nacional dejará de decidir sobre la concesión de los beneficios penitenciarios a los presos etarras. O sea, que en esta legislatura, si Pedro Sánchez sigue en La Moncloa, podremos verlos a casi a todos en la calle.

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