Sánchez prestó apoyo aéreo a la trama

Sánchez mascarillas

La trama de Koldo, el ex asesor del ex ministro de Transportes José Luis Ábalos, se sirvió de la flota de aviones militares A400M del Ejército del Aire, proporcionada por el Gobierno, para traer parte de las mascarillas compradas en el macropedido de 13 millones de unidades.  Esas primeras compras, por valor de 32,5 millones de euros, sirvieron de catapulta para posteriores operaciones a los comisionistas que, sin ofrecer aval alguno como garantía, exigieron el pago de la mitad del importe. Fuentes militares confirman que por aquellas fechas, los primeros vuelos de A400M aterrizaron en Madrid con sus bodegas de carga con material de Soluciones de Gestión y Apoyo a Empresas S.L. Pese a que no había contratado nunca con el Estado y pese a no estar dado de alta en el registro oficial de licitadores (Rolece) ni dedicarse al negocio de las mascarillas, recibieron un contrato en los primeros días de la pandemia de 20 millones de euros por 8 millones de mascarillas. Días después llegaría una segunda partida por 12,5 millones de euros para el suministro de 5 millones de mascarillas. Pero las exigencias planteadas por la trama obligaron al Gobierno a maniobrar para poder traerlas cuanto antes a España, y es en esa logística en la que se decide involucrar a aviones militares para traer las mascarillas.

En conclusión: el Gobierno cedió a todas y cada una de las pretensiones de la trama, hasta el punto de pagar por adelantado la mitad del contrato, pese a que la empresa Soluciones de Gestión era una absoluta desconocida. Y, para más inri, puso a su servicio una flota de aparatos del Ejército. Luego vino lo demás: adjudicaciones por parte de otros organismos y comunidades del Estado que siguieron la misma tónica. Contratos plagados de irregularidades y una constante: pago rápido y sin ningún tipo de control.  Y si la partida era defectuosa, como ocurrió en Baleares, se escondía en una nave y santas pascuas.

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