A Zapatero le ha comido la lengua el gato…

Zapatero
  • Graciano Palomo
  • Periodista y escritor con más de 40 años de experiencia. Especializado en la Transición y el centro derecha español. Fui jefe de Información Política en la agencia EFE. Escribo sobre política nacional

José Luis Rodríguez Zapatero, que vuelve a estar de máxima actualidad (me temo que en esta ocasión para su desgracia), pregonó ufano durante un cónclave reciente socialista, esto: «Ser socialista es tener muy poco y estar dispuesto a dar mucho».

En ese mismo acto se desmelenó dando botafumeiro al secretario de Organización, Santos Cerdán, al que denominó «Súper Cerdán», con elogios a sus condiciones y honradez que hoy se comentan por sí solos. Sus dotes premonitorias no es algo que suene a nuevo. ¿Recuerdan aquello siendo presidente al referirse a ETA? «Hoy estamos mejor que ayer, pero peor que mañana…». Unas horas más tarde, la organización terrorista ETA, a cuyos dirigentes ama (Otegui, hombre de paz), volaba la modernista terminal T-4 del aeropuerto Madrid-Barajas.

Me voy que tener que subir al carro de aquellos que llevan años afirmando que estamos en presencia de un «mal bicho», porque este columnista siempre creyó que era más tontorrón que malvado.

Hoy, los rumores son muy intensos respecto a aquel jefe de gobierno que dejó España como un solar en lo institucional, convivencia y materia económica. Aldama, que hasta la fecha todo lo que apuntó en su día se ha convertido en verdad, le sitúa en latitudes peligrosas, esto es, recibiendo dinero de Venezuela, China y demás negocios raros. Todo ello tendrá que ser demostrado, obviamente, pero las andanzas del zapateril, ábalos y cerdanes permite colegir alguna sospecha.

Lo que es realmente sorprendente es que una persona que se muere por salir en los medios haya desperdiciado la posibilidad, ante el señalamiento de Víctor de Aldama, para negar tajantemente su participación en operaciones oscuras y que no ha violado los mandamientos ético/políticos de los que tanto presume.

Le ha comido la lengua el gato… Raro, raro, raro. 

Lo último en Opinión

Últimas noticias