Sánchez: el presidente más bonapartista de nuestra historia reciente

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Tenemos, desafortunadamente, un Gobierno liderado por el ególatra de Sánchez, que sólo muestra interés en cumplir con sus funciones si goza de poderes completos, como ocurrió durante el Estado de Alarma. Sin embargo, en cuanto se devolvieron las competencias a las comunidades autónomas, el Gobierno en pleno desapareció. Primero de vacaciones post Estado de Alarma, luego de pre-vacaciones para, tal y como dijo Sánchez el 4 de Julio, “mostrar que se puede salir a disfrutar de España sin miedo” y luego ya las vacaciones presidenciales en el palacio aquel que regalaron al Rey Juan Carlos I los cómplices de la polémica real.

El caso es que una vez se terminó el Estado de Alarma, el Gobierno no ha dejado de incurrir en una dejación de sus funciones tan evidente como irresponsable.

Es cierto que las competencias en materia de Sanidad o Educación, por ejemplo, pertenecen a las comunidades autónomas. Pero es igualmente cierto que en una situación tan excepcional como es esta pandemia del Covid-19 que su obligación sería coordinar a todos los Gobiernos regionales para que las estrategias, medidas preventivas, restricciones, etc. sean comunes a toda España. Especialmente cuando hay libertad de movimientos.

Este mismo viernes, en una contradicción más entre miembros del Gobierno, Sánchez ha llevado la contraria a Illa y ha exigido a las comunidades autónomas que no cierren colegios sin consensuarlo antes con el Ministerio de Sanidad. Y yo me pregunto, ¿no han tenido tiempo durante los meses de junio, julio y agosto para sentarse en una mesa, dialogar y acordar un plan de acción y de vuelta al colegio y las universidades conjunto? Porque peticiones para que esa acción coordinada se consensuara han tenido varias, por ejemplo, y sin ir más lejos, por parte de Díaz Ayuso o el socialista García-Page, los que ahora están a la gresca.

Pero ¿qué ocurre? ¿por qué fracasa también en esto el Gobierno socialcomunista? Porque tenemos el presidente y el Gobierno más bonapartista desde el inicio de nuestra democracia. Únicamente se sienten cómodos trabajando desde la unilateralidad, son incapaces de llegar a acuerdos porque desconocen el significado de la palabra ceder y les interesa más mantenerse en sus poltronas la legislatura completa que solucionar la crisis a la que nos enfrentamos el resto de los españoles.

Ahora mismo hay varias negociaciones en marcha, entre ellas el Real Decreto Ley que regulará el teletrabajo y la prórroga de los ERTEs. Y en ambos casos siguen haciendo gala de su estilo autoritario. Tanto la patronal como los sindicatos se quejan de que se enteran de todo por los medios de comunicación en lugar de ser informados en la mesa de trabajo que tienen con la ministra Díaz y el ministro Escrivá, que es lo que correspondería.

Por otro lado, está la negociación sobre los Presupuestos Generales del Estado. Sánchez convoca a Casado a una reunión en la Moncloa durante la cual lo que le viene a decir es que quiere que le apoye para poder sacar los Presupuestos adelante sin darle ni siquiera las líneas maestras de lo mismo. Vamos, que le pidió carta blanca, apoyo gratuito.

Se acercan tiempos más difíciles de los que hemos pasado, al menos en materia económica, y como este Gobierno no entienda que las soluciones pasan por grandes pactos que involucren a los principales partidos de la oposición, a la patronal, a los sindicatos y a las pymes, nuestro futuro se ve negro.

Sánchez, sus socios de investidura (separatistas, filoetarras, etc.) no buscan el bienestar ni la prosperidad de España. Son parte del problema, no de la solución. Así que desde aquí, humildemente, le pido que espabile y que centre el tiro (políticamente hablando, por supuesto), pues sólo así le irá mejor a su Gobierno y lo que es mucho más importante, solamente así nos irá mejor a los españoles.

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