Sánchez pone al lobo a cuidar de las ovejas

CNI

Pedro Sánchez se ha sacado de la manga una reforma de la ley que regula el control judicial del CNI en un desesperado intento por lograr que ERC, sobre todo, y los proetarras de Bildu se serenen tras las denuncias de espionaje a dirigentes separatistas. Primero, se carga a la directora del CNI, Paz Esteban, convertida en chivo expiatorio y, después, anuncia una reforma del control del Centro Nacional de Inteligencia que sólo saldrá adelante con el apoyo de los separatistas. Dicho de otro modo: al ser una ley de rango orgánico necesitará de una mayoría absoluta para salir adelante; es decir, 176 diputados, por lo que separatistas y filoetarras serán indispensables. De modo que los enemigos de España y del CNI tendrán un papel fundamental, por lo que no hay que ser muy sagaz para concluir que la norma se adecuará a las exigencias de ERC y Bildu. Para echarse a temblar. Al final, con tal de ganar tiempo, Sánchez entregará la seguridad del Estado a quienes lo que pretenden es quebrar la propia seguridad del Estado para poder hacer de su capa un sayo. Es como poner a los lobos a cuidar de las ovejas.

En su comparecencia en el Congreso de los Diputados para dar cuenta de la investigación a los líderes separatistas, Sánchez ha culpado al CNI y al juez del Supremo de la responsabilidad del espionaje, asegurando que el Gobierno no conoce las medidas ni las decisiones operativas de los servicios de Inteligencia. Una mentira descomunal porque, en una entrevista en 2019 en Telecinco, Sánchez aseguró a Pedro Piqueras que el CNI y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado estaban investigando las conexiones entre Tsunami Democràtic y los líderes del separatismo. Sánchez estaba al tanto de todo, pero ahora ha cometido la ignominia de hacerse el sueco para descargar cualquier responsabilidad sobre el CNI y congraciarse con sus aliados golpistas.

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