Sánchez paga, el colectivo LGTBI pone el cazo y luego saca el mazo contra PP y Vox
La estrategia es muy burda y muy inmoral: el Gobierno de Pedro Sánchez, a través del Ministerio de Igualdad de Irene Montero, le otorga 100.000 euros de subvención a la Federación Estatal LGTBI, nada más convocar las elecciones generales del 23J, para que esta organización entre en campaña y pida el voto para la izquierda, al tiempo que arremeta contra PP y Vox.
La Federación Estatal LGTBI ha dado muestras de cómo se las gasta y, una vez agarrados los 100.000 euros, ha cumplido a pie juntillas la letra del contrato: «Feijóo alienta el odio al colectivo», «El PP ataca nuestros derechos humanos», «El del PP y Vox sería el Gobierno del odio, evítalo», «Dejemos de lado nuestras diferencias y votemos a la izquierda», «Abascal miente y Feijóo también», «Vox ha vuelto a agredir a quienes defienden los derechos humanos», «Para Vox, las personas trans están enfermas», «PP y VOX nos llevarían a un retroceso histórico en derechos sociales», «Las derechas nos quieren arrebatar nuestras identidades, nuestros derechos, nuestro orgullo».
En eso consistía su trabajo y esa era la contrapartida por el regalo del Gobierno. Este lobby LGTBI figura en los registros de la base nacional de subvenciones del Ministerio de Hacienda como receptor de una subvención «como entrega dineraria sin contraprestación» el pasado 1 de junio. Es decir, dos días después de que Pedro Sánchez anunciase el adelanto electoral. Lo de «sin contraprestación» es de broma, porque parece claro que a cambio de la jugosa subvención -que pagan todos los españoles- los del colectivo se comprometían a utilizar todos los medios a su alcance para poner a parir a los de Feijóo y Abascal. No es que a estas alturas lo sucedido nos coja por sorpresa. Todo lo contrario: viene a confirmar que muchos de los grupos que se autoproclaman defensores de los derechos sociales están a lo que están: o sea, a poner el cazo y a sacar, después, el mazo.