Que es Ferraz, no la guerra de Gaza, Marlaska

El ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha movilizado a 200 antidisturbios de toda España para que acudan a las campanadas organizadas en la calle Ferraz como protesta contra el Gobierno de Sánchez y los pactos con sus socios independentistas y proetarras. El dispositivo consta de al menos cuatro grupos de agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP), con 50 agentes cada uno, que estarán de servicio esta Nochevieja ante la sede del PSOE. La cifra es similar a la desplegada en los mayores momentos de tensión de noviembre. Prevenir siempre está bien, pero cosa distinta es sobreactuar, porque lo más razonable es que los operativos guarden proporción con la previsible magnitud de la protesta.
Salvo que se pretenda generar un clima de tensión artificial que alimente la concentración organizada en Ferraz por la organización juvenil Revuelta, que ha conseguido recaudar más de 11.500 euros para financiar estas Campanadas alternativas a través de una plataforma de crowdfunding. Así, la noche contará con una pantalla gigante, dj set y bolsas de uvas para celebrar la entrada de año protestando contra el Ejecutivo de Sánchez. El Ministerio del Interior ha dado orden de blindar Ferraz con una operación policial de control de masas de gran envergadura, lo que ha obligado a traer antidisturbios de otras comunidades autónomas, ya que estas unidades también prestarán servicio en las uvas que se tomaran en la Puerta del Sol, donde hay un aforo previsto de 15.000 personas. Los focos de interés que deberá atender el Centro de Coordinación policial esa noche se multiplican, ya que también se espera un refuerzo de unidades en zonas sensibles como estaciones de transporte y otros puntos habituales de reunión. Insistimos: la prevención es de aplaudir siempre que la amenaza de disturbios graves frente a la sede socialista de Ferraz sea un riesgo real. Pero Marlaska tiene una especial propensión a generar tensión cuando se trata de protestas contra el Gobierno. Ya saben: ve fascistas por todas las esquinas.