PSOE y ERC juntos: una relación tóxica para Cataluña y España

PSOE y ERC juntos: una relación tóxica para Cataluña y España
Opinión Jorge Fernández-Díaz

En este año ya de campaña electoral permanente, Sánchez ha convertido el Consejo de Ministros en una especie de Comité Federal del PSOE y la habitual rueda de prensa en Moncloa para dar cuenta de lo tratado en él, la ha transformado en un mitin político más propio de la sede de la calle Ferraz que del recinto monclovita. Lo que, por cierto, también realizó como es sabido, ante su imposibilidad de pisar la calle con normalidad. Es un ejemplo más de la degradación institucional provocada por el sanchismo desde su acceso al Gobierno, y cuyas consecuencias se van a experimentar durante demasiado tiempo.

Entre ellas hay que incluir que el verbo dimitir o cesar para asumir responsabilidades políticas no se conjuga, con el increíble ejemplo de la ley del Sólo sí es sí ocasionando beneficios a maltratadores y violadores, y que con un millar de ellos con reducción de sus condenas y más de un centenar de ellos  en la calle, no ha producido ninguna dimisión ni  cese. Y Sánchez blasonando  de ella calificandola de «ley  de referencia  mundial a la vanguardia del feminismo» se ha limitado ahora a pedir disculpas a las víctimas -por primera vez- por medio de una entrevista en un periódico regional vasco. Sánchez, que conviene no olvidar, accedió a la  Moncloa con tan solo 84 diputados y tras ser derrotado en dos ocasiones con los peores resultados de la historia del PSOE desde 1977,  afirmando que «venía a desterrar la corrupción y restaurar la calidad de nuestra democracia con ejemplar transparencia en la gestión pública».

Ahora, uno de los últimos mensajes que quiere que cuaje en la opinión pública ante las inminentes elecciones -y para lo que ha acudido en su auxilio el ex presidente Zapatero- es que su política con Cataluña ha conseguido «normalizar» la situación catalana acabando con el clima de crispación y tensión existente con anterioridad. Es este un mensaje que exige ser combatido con rigor y contundencia por la falsedad y gravedad que supone. En primer lugar, hay que decir que sería digno de ser reconocida una auténtica política de Estado que hubiera conseguido tal resultado pacificador. Pero lo conseguido ha sido una mera tregua del mundo político separatista retirado a sus cuarteles de invierno ante el fracaso de su procés, esperando otro momentum. Y ello al precio de  premiar a sus autores con indultos sin arrepentimiento alguno por su parte, sino todo lo contrario-  «lo volveremos a hacer»-, desautorizando al Tribunal Supremo, e  incluso anulando del Código Penal delitos por los que fueron juzgados  y condenados.

Eso no es  una política de Estado -pactando con la oposición una eventual decisión de esas características de auténtica  reconciliación- , sino un simple intercambio o compraventa de favores políticos para que le mantengan a él en el Gobierno a cambio de esas concesiones. Al hablar de este importante asunto es muy importante recordar que fue un tripartito de la Generalitat presidido por el PSC -gobernando con ERC – el que sentó las bases  del procés con el nuevo Estatut que sólo querían ellos, coincidiendo con el PSOE gobernando España. Es decir, que fueron los socialistas con ERC los que crearon ese grave problema político en el periodo 2003-2010 cuyas consecuencias estallaron después con el PP en el Gobierno que no había gobernado ni en Cataluña ni en España durante esos años. Es una superchería que pretendan presentarse como solución de ese problema quienes fueron absolutamente responsables de su gestación y ahora no han hecho otra cosa  que acudir en su auxilio para intercambiar favores.

«La Historia es maestra de la vida»,  y la estrecha relación del PSOE y ERC tiene raíces profundas en el tiempo, siendo su fruto de gran toxicidad para Cataluña y toda España. Durante la II República, el golpe de Estado revolucionario de octubre de 1934, antecedente de la guerra civil, tuvo en esos dos partidos la responsabilidad política máxima. Que no pretendan presentarse como bomberos los pirómanos políticos responsables de haberlos causado. Entonces y ahora ese triste capitulo de la  Historia se repite. Con ambos juntos como protagonistas .

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