El peligro de ser mujer en la España de Sánchez

Este Gobierno se arrogó en exclusiva la defensa de la mujer y se autocalificó como feminista presumiendo de leyes como la del «sólo sí es sí», un bodrio legislativo que ha tenido efectos perversos, al servir a los intereses de los agresores sexuales que vieron rebajadas sus penas o literalmente puestos en la calle. Ha dicho Sánchez que las calles de España son de las más seguras del mundo, pero los informes del Ministerio de Interior arruinan la visión ultra optimista del jefe del Ejecutivo.
Y es que desde que Sánchez es presidente las agresiones sexuales con penetración han aumentado un 276,7%. En 2017, las agresiones sexuales con penetración en España se cifraron en un total de 1.382. A partir de ahí, la tendencia ha ido descaradamente al alza hasta llegar a los datos de 2024, donde el Ministerio del Interior registró 5.206 ataques sexuales de esta índole. Y las cifras amenazan con ir a peor, porque en el primer trimestre de 2025 se ha registrado un incremento del 7,6% en comparación con el mismo periodo –de enero a marzo– en 2024.
Sólo desde el 1 de enero al 31 de marzo se han producido 1.242 violaciones, una cifra cercana al total de 2017. O sea, que lo de la España «segura» de Sánchez no es más que un eslogan publicitario producto de la factoría de propaganda de La Moncloa. Porque también han crecido los delitos referentes al narcotráfico, que aumentan el 4,9% en comparación con el mismo lapso de tiempo en 2024, y también los intentos de homicidio, que suben hasta un 19,9% con un total de 319.
El incremento de las violaciones es brutal y pone en entredicho las políticas feministas de un Ejecutivo que presenta un balance aterrador: desde que Sánchez pisó La Moncloa ser mujer en España se ha convertido en un peligro objetivo. Lo dicen las estadísticas. La España «segura» de Sánchez excluye a las mujeres. En siete años de Gobierno socialista, las violaciones se han multiplicado por cuatro