Un estudio científico en las plantas solares de Endesa en Minglanilla demuestra que estas instalaciones recuperan la biodiversidad natural del entorno

“Las parcelas donde están ubicadas las plantas solares presentan los valores más altos de biodiversidad vegetal, junto con las de matorral esclerófilo y bosque mixto, de las zonas analizadas en este informe que cubre un total de 1.500 hectáreas”.
Esta conclusión, extraída del trabajo realizado para la medición de la biodiversidad en el interior y exterior de las plantas solares que Endesa tiene en Cuenca, podría parecer simple a primera vista, pero en realidad, esconde toda la complejidad científico-técnica para demostrar, no sólo que la convivencia entre placas solares, flora y fauna es posible, sino que con el cambio de uso del suelo y el tiempo suficiente permite fomentar la biodiversidad gracias a las medidas medioambientales establecidas en estas instalaciones, destacando la revegetación del suelo, el pastoreo regenerativo y la no utilización de productos químicos como insecticidas, plaguicidas o fitosanitarios.
Se trata de una de las primeras conclusiones de un estudio pionero realizado durante un año en dos plantas solares de Endesa en Cuenca por entidades del ámbito de la biodiversidad como la Asociación Rincón de la Abeja y la Fundació Medioambiental de la Comunitat Valenciana, e impulsado por la Asociación Reserva de la Biosfera del Valle de Cabriel, entidad de referencia en el territorio.
Este estudio único en el sector se puso en marcha un año después de la inauguración de las plantas solares de Minglanilla I y II, (en las localidades conquenses de Minglanilla y Graja de Iniesta) en febrero de 2023. A lo largo del estudio se han aplicado metodologías de trabajo estándar para el registro de las diferentes especies a inventariar, con tecnología acústica y audiovisual (censos, transectos, fototrampeo, audiomoths…), y se han obtenido Índices de Biodiversidad en 13 zonas analizadas (Gini-Simpson, Margalef y Shanon).
Las conclusiones del estudio son contundentes ya que sacan a la luz que “los valores obtenidos para los distintos hábitats “son muy uniformes para aves, mamíferos, anfibios y reptiles, apreciándose una cierta variabilidad zonal para especies de plantas e insectos. Por otra parte, las plantas solares Minglanilla I y II son las que presentan hábitats con mayor densidad poblacional de aves, con 820 individuos, aunque no albergan todavía la mayor cantidad de especies.
Estas especies identificadas se han registrado en INaturalist (Reserva Biosfera – Minglanilla – Valle del Cabriel · iNaturalist), una plataforma abierta utilizada por la comunidad científica orientada a la divulgación. En estos momentos el inventario de registros en las 13 zonas arroja 417 especies de -plantas (42%); insectos (38%); aves (14%); arácnidos (3%); mamíferos (2%) y reptiles/anfibios. Se han constatado también la presencia de especies singulares de difícil observación en la zona, como el águila moteada y el gato montés.
Todos estos registros han sido validados por especialistas del ámbito de la botánica de diferentes universidades o asociaciones como ANSE (Asociación Naturalista del Sureste), junto a expertos del proyecto europeo European Pollinator Species Monitoring (EUPoMS).
Esta diversidad de flora y fauna se puede ver favorecida por otras iniciativas complementarias, como la construcción del refugio de insectos que Endesa ha instalado en la planta solar. Una estructura en forma de estrella de los vientos que aspira a entrar en el Guinness de los Récords y que actualmente se encuentra al 30% de su ocupación. Las observaciones y resultados obtenidos en esta parcela 11, abre la posibilidad de solicitar su calificación como reserva entomológica.
Estos “inquilinos” del refugio de insectos llegan de la mano de más de 200 escolares y personas con discapacidad de la zona, ya que han sido ellos los que han ido rellenando cada una de las “habitaciones” de esta singular estructura, al mismo tiempo que han participado en las jornadas de concienciación medioambiental celebradas el pasado mes de mayo.
De este modo, el refugio para insectos asociado a estas plantas solares se ha consolidado como un elemento clave de creación de valor compartido (CSV, Creating Shared Value) con la inclusión y participación ciudadana como ejes. En este contexto, próximamente se celebrarán dos jornadas informativas sobre el estudio, con charlas especialmente dirigidas a los agricultores del entorno de las instalaciones. En ellas se abordarán temas relacionados con la conservación de hábitats vinculados a tierras de cultivo, la relevancia de los insectos como agentes polinizadores y su papel en el control biológico de plagas. Diversas investigaciones han demostrado que la presencia de polinizadores en los cultivos puede incrementar su rendimiento en hasta un 30% —como ocurre en el caso del almendro— en comparación con aquellas zonas donde no se han desarrollado acciones de conservación y fomento de estas especies.
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