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Qué ver en el barrio de La Latina: historia, por qué se llama así, mapa y cómo llegar

Historia y origen del barrio de la Latina y qué podemos ver y disfrutar

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barrio La Latina
Blanca Espada

La Latina es uno de los barrios más representativos de Madrid, siempre con actividades, gente en las terrazas, planes de restaurantes y ocio, pero no sólo eso. Este barrio de Madrid es también historia y arquitectura y muchas cosas qué hacer, cómo por ejemplo, descubrir el porqué de su nombre.

Es fácil pensar que todo en este barrio gira en torno al tapeo. Pero La Latina es mucho más. Sus callejuelas medievales, sus plazas inclinadas y sus templos monumentales guardan un pedazo de la memoria madrileña. Es un lugar donde lo sagrado y lo popular se mezclan sin esfuerzo. Cada paso tiene algo de descubrimiento. Desde la Plaza de la Paja hasta la Basílica de San Francisco el Grande, el barrio se despliega como un mapa de épocas distintas, unidas por ese espíritu castizo el tiempo, y tampoco el turismo, han conseguido borrar. Y es precisamente eso lo que hace de La Latina uno de los lugares imprescindibles de Madrid. Descubramos a continuación, qué ver en el barrio de La Latina: historia, por qué se llama así, mapa y cómo llegar.

Qué ver en La Latina: las mejores rutas

No hay una sola forma de recorrer La Latina, aunque lo ideal es hacerlo andando. El punto de partida más lógico (y más bonito) es la Plaza de la Paja, uno de los rincones con más historia de Madrid. Su inclinación, las fachadas desiguales y las terrazas le dan un encanto difícil de emular. En sus orígenes fue un mercado, donde se entregaba la paja como diezmo a la Capilla del Obispo. Y justo allí, escondida tras una puerta casi secreta, está la Capilla del Obispo, una joya gótica que pocos madrileños conocen y que merece una visita.

Si lo que buscas es calma, da unos pasos más y entra en el Jardín del Príncipe de Anglona. Es pequeño, silencioso, y parece ajeno al ruido del barrio. Se conserva desde el siglo XVIII y aún mantiene el trazado original de los jardines de las casas nobles. Desde allí, caminando hacia la Basílica de San Francisco el Grande, el paisaje cambia. La cúpula del templo(una de las más grandes de la cristiandad) impone desde cualquier ángulo, y dentro aguarda una sorpresa: un lienzo de Goya que muchos visitantes pasan por alto.

Por supuesto, el corazón más animado está en las Cavas, Alta y Baja. Fueron en su día los caminos que seguían la muralla medieval, y hoy concentran bares, tabernas y restaurantes con más historia que algunos museos. La Posada de la Villa, con su horno de leña, o Casa Lucio, famosa por sus huevos rotos, son parte de esa ruta imprescindible del tapeo madrileño. Y si prefieres algo más tradicional, el Malacatín o El Almendro 13 conservan ese sabor a casa de comidas que parece sacado de otro tiempo.

Y para los que disfrutan del patrimonio, el Museo de San Isidro es parada obligada. Está en un antiguo palacio y recorre la historia de la ciudad desde los primeros asentamientos hasta la época del santo. Dentro se puede ver el Pozo del Milagro, donde, según la tradición, San Isidro salvó a su hijo. Muy cerca están la Colegiata de San Isidro, donde descansan sus restos, y la Iglesia de San Andrés, ligada también a su historia.

Y por último, si  haces el paseo en domingo, no puede faltar una visita al Rastro, el mercado más famoso de Madrid.

Por qué se llama La Latina

El nombre del barrio tiene detrás una historia curiosa. Allá por el siglo XV, Beatriz Galindo, una mujer adelantada a su tiempo, fundó junto a su marido el Hospital de la Latina en la calle Toledo. Beatriz era humanista, escritora y una de las pocas mujeres de su época con formación universitaria. Su dominio del latín le valió el apodo que, siglos después, daría nombre a todo un barrio.

El hospital desapareció, pero su legado se quedó. De este modo la zona del hospital se acabó definiendo como la de La Latina, y así, sin pretenderlo, nació el nombre de uno de los barrios más emblemáticos de la capital. Hoy, su figura sigue presente, aunque su estatua se encuentra fuera del barrio, en el Paseo de Extremadura. Y lo curioso además es que La Latina no es un barrio oficial, al menos administrativamente. Forma parte del distrito Centro, pero su identidad es tan fuerte que nadie la discute.

Mapa

barrio La Latina
Mapa del barrio de la Latina. (Foto: Google Maps)

El barrio de La Latina se extiende por una de las zonas más antiguas de Madrid. Abarca el tramo que va desde la Puerta de Toledo hasta la calle de Segovia, con la Plaza de la Cebada y la Ronda de Segovia marcando sus límites naturales. Entre sus calles se esconden algunos de los rincones más reconocibles de la capital, como la Basílica de San Francisco el Grande, la Plaza de la Paja, las Cavas, el Museo de San Isidro o la propia Puerta de Toledo.

Cómo llegar en transporte público

Moverse hasta La Latina no tiene misterio. Está en pleno centro y cuenta con dos paradas de Metro muy bien situadas: La Latina y Puerta de Toledo, ambas en la línea 5. Pero si eliges el autobús, tienes las líneas 17, 18, 23, 35, 60 y M1 que pasan por la zona y comunican con puntos como Atocha, Sol o Callao. También puedes llegar dando un paseo desde la Plaza Mayor o desde el Palacio Real, que están a menos de diez minutos a pie.

Para quienes vienen en coche, conviene saber que buena parte del barrio está dentro de la Zona de Bajas Emisiones, por lo que el acceso está restringido. La mejor opción es dejar el coche en el Parking del Mercado de la Cebada o directamente usar el transporte público.

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