La ortodoxia económica está en retirada

La ortodoxia económica está en retirada

Como decíamos hace días, por mucho que trate de exhibirse la ortodoxia que hasta ahora han tenido tanto Calviño como Escrivá, la realidad es que en este Gobierno de coalición que se ha formado son mayoría los que tienen un planteamiento radical, y eso se va notando poco a poco no ya sólo en sus actuaciones, sino en el desistimiento de quienes en el entorno del PSOE han defendido una ortodoxia económica, basada en postulados socialdemócratas, sí, con los que puede no estarse de acuerdo, pero que no iban a traspasar límites peligrosos.

En esa retirada de los ortodoxos, llama la atención la que será de momento la última salida, que no es otra que la del ex ministro Jordi Sevilla, que hasta ahora presidía Red Eléctrica. Pues bien, quien se hiciera famoso por su frase, dirigida a Zapatero, que venía a decirle que “esto -por la economía- en dos tardes lo asimilas”- deja la presidencia que ostenta, parece que por falta de sintonía con la vicepresidenta Ribera.

Puede parecer algo menor, al no ocupar Sevilla un puesto estrictamente político, aunque su designación sí lo sea, pero pone de manifiesto que los ortodoxos no quieren tener relación con este Gobierno, ni siquiera en un puesto tan periférico como el que deja ahora Sevilla.

Esto es preocupante, pues claramente es una señal inequívoca de que el radicalismo se va a imponer también en la economía, de manera que quienes tienen un prestigio labrado no quieren estar cerca. Es probable que más pronto que tarde veamos a Calviño transitar hacia algún puesto internacional que pueda otorgarle una salida, y quizás a Escrivá marchándose cuando no le dejen hacer la reforma del sistema de pensiones que defendía en la AIReF. Entonces, esos últimos ortodoxos se habrán ido. Y si no lo hacen, será porque se han plegado a los planteamientos radicales, pero, en cualquier caso, la ortodoxia, de una u otra forma, habrá desaparecido.

¿Cabe la posibilidad remota de que Sánchez dé un giro más, se olvide de Podemos y de los independentistas y trace una política económica sensata? Como posibilidad, existe, pero su probabilidad es ínfima, porque sus primeros pasos no van en esa línea, además de que hemos visto que ha sido capaz de hipotecar prácticamente todo para conseguir que la investidura prosperase.

En este sentido, si lo que tiene más probabilidad -un programa radical de izquierdas- se cumple, la economía española puede resentirse mucho más de lo que podría ser la mera fase bajista del ciclo económico.

Que el salario mínimo no haya subido hasta 1.000 ó 1.200 euros mensuales no es que se hayan moderado, sino que, de momento, han escalonado la subida, pero no renuncian a ella y firmada está en el pacto de Gobierno. Terminarán por hacerlo, al igual que la derogación de la reforma laboral o el incremento de gasto e impuestos, así como toda la flexibilización que puedan llevar a cabo de los objetivos de estabilidad, es decir más déficit y deuda. La dimisión de Sevilla es todo un síntoma de los malos tiempos que vienen también en la economía.

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