¿No hay vacunas contra la incompetencia?

¿No hay vacunas contra la incompetencia?
¿No hay vacunas contra la incompetencia?

El sistema del Ministerio de Sanidad con el que se pretende recopilar las notificaciones a las «reacciones adversas» de las vacunas es un coladero sin el más mínimo control, la puerta de entrada a todas las irregularidades que uno pueda imaginar, desde falsedades burdas a manipulaciones de la identidad de la persona que realiza la denuncia. Tras ser advertido por los científicos del desmadre, OKDIARIO  ha registrado sin ningún problema un daño fake teóricamente producido por una vacuna contra el COVID. Lo ha hecho registrando la identidad Spiderman de nombre. De apellidos, Batman, de primero, y de segundo Ironman. Su domicilio: calle Súper. OKDIARIO ha recibido su impreso en PDF con asignación de número oficial de notificación por un daño con «peligro para la vida». Parece obvio que el sistema no establece ningún tipo de filtro y que cualquiera puede realizar una denuncia falsa.

La web viene encabezada por el sello oficial del Gobierno de España y lleva por título «Notificación de Sospechas de Reacciones Adversas a Medicamentos». En definitiva, el sistema de notificaciones carece del más mínimo mecanismo de control y se presta a que cualquiera ponga a prueba las deficiencias de una página que es, en sí misma, un puro despropósito, toda una incitación a echar un rato de risas. Pero la cosa es muy seria, no sólo por la desmoralización que provoca tamaña incompetencia, sino porque alienta los argumentos de los antivacunas.

Todo es un gigantesco despropósito: «Bienvenido al formulario electrónico para notificar sospechas de reacciones adversas a medicamentos del Sistema Español de Farmacovigilancia de Medicamentos de Uso Humano (SEFV-H)», reza un mensaje en la web. A continuación, uno va cumplimentado todos los datos requeridos, da igual que sean verdaderos o no, porque se puede sin ningún problema regodearse en la falsedad sin que, en ningún momento, la página advierta nada.  Al final, lo que queda registrado es que Spiderman Batman Ironman, con domicilio en la calle Súper, de 110 años, 150 kilos de peso y una estatura de 110 centímetros, ha sufrido reacciones adversas a las vacunas que «han puesto en peligro su vida».  Y a volar.

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