Madrid, un oasis para la inversión en el desierto sanchista

Madrid, un oasis para la inversión en el desierto sanchista

El Gobierno de Sánchez, envuelto definitivamente en el populismo, ha sido responsable de crear incertidumbre e inseguridad jurídica en la economía española con sus actuaciones populistas, caprichosas y demagogas, amén de electoralistas. Todo ello, hace que la inversión extranjera deje de llegar o que, incluso, se vaya. Del mismo modo, empresas españolas han comenzado a mover sus sedes, como Ferrovial, o se replantean invertir en otros lugares de continuar el acoso del Gobierno al sector energético y bancario, como Repsol.

Inseguridad que se dio, por ejemplo, cuando decidió imponer un impuesto a las llamadas grandes fortunas para tratar de vender a los ciudadanos que él vela por los desfavorecidos, con su mantra de que se siente atacado por lo que él llama «poderosos» al tratar de proteger a lo que define como «la clase media y trabajadora». Muchas rentas altas, que son las que pueden invertir, que son las que tributan a tipos más elevados en el IRPF y que son las que tienen una mayor capacidad de compra y adquieren productos de mayor valor y, con ello, el impuesto directo que pagan es superior, al ser la base del producto más elevada, han empezado a estudiar, tras su aplicación, irse a otros lugares. Con ello, si se produjese esa huida, habría menos ahorro para cubrir la inversión; al haber menos inversión, habría menos actividad económica; y al haber menos actividad económica, se generarían menos puestos de trabajo. Es decir, los trabajadores serían los que más perderían, especialmente los de menos cualificación.

Con esos impuestos creados expulsa a la inversión. Sánchez quiso castigar a las regiones del PP que tenían exención en el Impuesto de Patrimonio, pero lo que va a hacer es empobrecer a España, pues también provocará una fuga de contribuyentes, por ejemplo, hacia Portugal, que ofrece unas condiciones más benignas en el tratamiento fiscal. Si ya muchos profesionales muy cualificados, de carreras exitosas, se han mudado a Portugal cuando se han prejubilado o como profesionales autónomos, si su trabajo lo pueden realizar a distancia, ahora lo harán más, de prosperar este impuesto demagógico. Eso hace que la inversión extranjera en el IIITR se desplome un 23,3% en el acumulado del año y un 19,2% interanual en el trimestre.

Ahora, dentro de que Madrid no es una isla y se ve afectada por las políticas que son competencia del Gobierno de la nación, sí que, en su pequeño margen competencial, consigue impulsar políticas que generan mayor seguridad y, así, liderar la atracción de la inversión extranjera que llega a España.

De ese modo, en el tercer trimestre de 2023 la Comunidad de Madrid recibió 2.527,54 millones de euros de inversión extranjera, lo que representa el 41,6% del total español. En el mismo periodo, Cataluña recibe un 20,1% del total de la inversión en España, País Vasco el 19,5%, Asturias el 7,6%, Andalucía el 4,7% y Valencia el 2,9%.

Si analizamos el acumulado del año, en 2023, la Comunidad de Madrid recibe 10.262,58 millones de euros de inversión extranjera, lo que representa el 56,1% del total español. Es decir, en lo que va de 2023 la Comunidad de Madrid recibe más de la mitad de la inversión extranjera recibida en España. En el mismo periodo, Valencia recibe un 13,5% del total de la inversión en España, Cataluña un 11,4%, País Vasco un 8,2%, Asturias un 2,7% y Andalucía un 2,4%.

Sánchez está aplicando una política económica que debilita a nuestro tejido productivo y desincentiva la inversión, tanto nacional como extranjera, que afecta a todas las regiones, pero Madrid demuestra que, en su margen competencial, al aplicar políticas de eliminación de trabas consigue generar confianza y que dentro del impacto negativo que suponen las políticas del Gobierno de la nación, sea la región preferida por los inversores extranjeros. Distintas políticas dan distintos resultados.

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