J.K. Rowling contra los zorros en el gallinero

J.K. Rowling
  • Teresa Giménez Barbat
  • Escritora y política. Miembro fundador de Ciutadans de Catalunya, asociación cívica que dio origen al partido político Ciudadanos. Ex eurodiputada por UPyD. Escribo sobre política nacional e internacional.

No sé si tuvieron conocimiento de uno de los hechos más estrafalarios relacionados con la cuestión trans que han sucedido recientemente. Tenía que pasar en Escocia, claro, donde tuvieron a esa presidenta tan woke, Nicola Sturgeon. Les parecerá imposible, pero en el Edinburgh Rape Crisis Centre (Centro de Crisis por Violación de Edimburgo o ERCC) contrataron como director a un tal Mridul Wadhwa, un hombre de origen hindú que se identifica como mujer y que consiguió el trabajo en 2021 a pesar de que el puesto estaba reservado para mujeres. El individuo ni siquiera había pasado por todos esos tormentos que implican las terapias hormonales o las cirugías de «reasignación del género», según optimistamente las califican algunos.

El Sr. Wadhwa era, como en el caso de tantos listos que han aprovechado legalmente las ventajas pensadas para las mujeres (ciertas facilidades en oposiciones, escabullirse de la Ley de Violencia de género, etc.), un caballero debajo de su sari. Como los anteriores, era un hombre que se declaraba mujer y a quien le gustaban sexualmente las mujeres. Y se suponía que dirigiría una institución que daría orientación y ayuda psicológica a mujeres víctimas de una violación. Vamos lo que se llama «un zorro en el gallinero» de toda la vida. No tardó en mostrar su verdadera naturaleza acercando el ascua a su sardina (buena analogía) afirmando que consideraba a las víctimas como «intolerantes» con la violencia sexual masculina. Que para él tenían el mismo perfil que esas mujeres que no consideran a las mujeres trans (a él mismo, por ejemplo) como mujeres reales, y que deberían ser «cuestionadas por sus prejuicios» y se les debería enseñar a «replantear su trauma». Lo malo es que la institución, a pesar de las denuncias, tardó muchísimo tiempo en retirar al personaje de su sensible puesto. ¿Cómo pudo suceder algo así? Por puro oportunismo político y penoso sometimiento a una ola de delirio colectivo que está dejando grandes destrozos. Quien sabe cabalgar fenómenos de este tipo y aprovecharlos en su beneficio puede obtener grandes rendimientos.

En septiembre de 2024, Wadhwa dimitió después de que una revisión encargada por la Rape Crisis Scotland descubriera que «no comprendía los límites de la autoridad de su función, cuándo remitir las decisiones a los administradores y que no establecía estándares profesionales de conducta». La revisión concluyó que el ERCC no había protegido los espacios exclusivos para mujeres, no había puesto a las víctimas en primer lugar y no había seguido los estándares nacionales de servicio. Entre las fallas citadas se encontraba el no aclarar el sexo de nacimiento de cada miembro del personal y no permitir a las víctimas que solicitaran específicamente ser atendidas por un miembro del personal cisgénero (sic).

J.K. Rowling, que siguió puntualmente este suceso y que desde sus redes sociales se mostró muy combativa, ha invertido al menos 1,9 millones de libras de su fortuna para ayudar a crear un servicio de apoyo «sólo para mujeres» víctimas de violencia sexual, el Beira’s Place, en la que no se permita que un hombre biológico que se presente como mujer trans pueda atender a las víctimas de violación. Su sitio web dice que se «creó en respuesta a la demanda de las víctimas de un servicio solo para mujeres, ya que actualmente no hay ninguno disponible en el área».
Entre los trabajadores de su nuevo centro se encuentra Roz Adams, empleada anteriormente en el RCCE que fue sometida a un proceso disciplinario propio de una caza de brujas por denunciar lo que sucedía y por manifestar su escepticismo con la cuestión de género y que acabó despedida. Será interesante de seguir.

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