La intensa agenda de la Familia Real durante el año que acaba
Los representantes de las fuerzas políticas que quieren acabar con la monarquía en este país aluden siempre con una seguridad pasmosa a que la Familia Real no hace nada, que apenas justifica su sueldo y que sus integrantes pasan el tiempo en su residencia del Monte del Pardo dedicados a la vida contemplativa o, como dicen los italianos al dolce far niente. Así que he dedicado un par de horas a comprobar que tiene de cierta esa afirmación hecha desde la ignorancia, en el mejor de los casos, o desde la intención aviesa de desprestigiar a los representantes de la institución de la Corona y presentarles como si fueran unos parásitos que no cumplen con la función que les atribuye la Carta Magna.
Según la página web casareal.es el Rey Felipe ha protagonizado durante los 365 días que tiene el año que está acabando nada más y nada menos que 234 actos oficiales repartidos a lo largo de 12 meses. Tan sólo ha tenido libres 131 días a los que si se les restan los 50 fines de semana que no son laborables en sí mismos, dejan poco espacio de ocio y descanso al actual Jefe del Estado. Don Felipe ha realizado también 4 viajes oficiales al extranjero, ha pronunciado 87 discursos en algunos de los actos que ha presidido y ha recibido en audiencia en el Palacio de la Zarzuela a 82 personalidades o grupos que han solicitado poder acceder al monarca para transmitirles sus logros y aspiraciones. Las actividades desarrolladas por el Rey Felipe varían de unos meses a otros: los meses en que se concentran más actos son los de octubre y noviembre, con 27 eventos, seguidos de Julio, con 26, y septiembre con 21. Los menos cargados de actividad son el último del año, diciembre, y los de arranque del nuevo , o sea enero y febrero.
Otros datos interesantes son los que se refieren a la Reina Letizia. Ella ha llevado a cabo 112 actos como protagonista y ha pronunciado 15 discursos en esos eventos. La consorte real ha viajado en 4 ocasiones al extranjero, dos en compañía de su marido y otros dos sin el monarca. La esposa del Jefe del Estado le ha acompañado en más de doscientas ocasiones aunque ella tiene su propia agenda que dedica a los asuntos que concitan más interés: la educación, la salud, la alimentación, la cultura, con especial acento en los asuntos relativos al lenguaje, y los temas de marginación social, incluidos el de la violencia de género y la explotación sexual de las mujeres.
Los datos encontrados en la página oficial de la Casa Real española en Internet demuestran que los Reyes no paran en su misión de servir a su país y a la ciudadanía y que cumplen y llevan a cabo su labor de representación de la primera institución del Estado –la Corona-, con dedicación más que probada. Hay sin embargo, algo que merece la pena subrayar: los medios de comunicación han ido disminuyendo la difusión de las actividades institucionales de la Familia Real de unos años hacia estos actuales. Y lo que es peor: lo que normalmente recogen son anécdotas que contribuyen a banalizar a los representantes de la monarquía y a frivolizar su labor seria y responsable. Un riesgo, en definitiva, de que la información derive al campo del cotilleo y sólo trascienda el glamour que desprende la realeza, algo que opaca la función auténtica que ellos desempeñan.