El Gobierno presume del incremento de la pobreza

Que tres millones de personas en España carezcan de recursos y se encuentren en situación de vulnerabilidad económica -sus ingresos tienen que ser menores de 7.200 euros anuales y si son dos adultos con dos hijos la cantidad no puede exceder de 15.021 euros- es una tragedia que el Gobierno de España convierte en un triunfo. Sólo así se entiende que el Ejecutivo haya celebrado el hecho de que se haya producido «un incremento del 24% en el número de beneficiarios respecto al año anterior». Es decir, de un año a otro el número de personas que percibe esta ayuda ha crecido en una cuarta parte, lo que significa que, más allá de la cobertura que ofrece el Estado, el incremento es el retrato de un país que no va «como un cohete», como se jacta Pedro Sánchez. El Gobierno ha respondido a una pregunta parlamentaria sobre las «previsiones acerca de revisar a fondo el diseño del ingreso mínimo vital para abordar los graves problemas que denuncia el Tribunal de Cuentas y la AIReF [Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal]», que pusieron pegas al diseño, gestión, control y seguimiento de la prestación.
Pues bien, para salir airoso de la cuestión sin asumir que la gestión del ingreso mínimo vital ha sido más que deficiente, el Gobierno se ha pavoneado de que cada vez sean más los ciudadanos que reclaman esta ayuda. Y en el colmo de la estulticia ha fijado en un 24% anual el incremento de beneficiarios del subsidio. En definitiva, que a Sánchez le pone presumir de que el Estado ha incrementado sus ayudas y obvia lo fundamental: que si han crecido de manera notable las ayudas es porque cada vez más personas se encuentran en situación de vulnerabilidad económica y no llegan a los 7.200 euros al año de sueldo. Ya son tres millones, pero al Gobierno eso parece darle igual. Es más, cualquiera diría oyéndoles que cuantos más demandantes del salario mínimo vital haya, mejor.