Ferraz comprueba que la calle no quiere a Pedro Sánchez

Fascinante: la gira de Pedro Sánchez con la gente, esa estrategia de Ferraz consistente en palpar la piel del pueblo pateando la calle y explicando a los ciudadanos su gestión frente a la crisis, oyendo sobre el terreno los problemas del pueblo, ha durado lo mismo que un caramelo a la puerta de un colegio. Tras un primer acto fake en Sevilla -la gente era toda del PSOE- y los abucheos en Toledo, pese a que se cambió la calle por un recinto cerrado, el PSOE da por fallido el plan. O sea, que el «Gobierno de la gente» huye de la gente.
En varios territorios donde se tenían que celebrar actos similares en las próximas semanas, ya se recela abiertamente «del formato y el objetivo», porque «no nos suma tener al presidente del Gobierno al lado en el escenario». Visto lo visto, todo parece indicar que los intentos de Ferraz de pasear por las calles al líder socialista se han saldado con un fracaso tan evidente que no se sabe muy bien qué hacer con Sánchez ante las elecciones municipales y autonómicas del próximo mayo. «Lo que nos está diciendo la calle es que algo no estamos haciendo bien y que no se nos quiere en el Gobierno, aunque algunos piensen que está todo ganado», asegura a OKDIARIO un dirigente socialista. Lo cierto es que Ferraz depositó grandes esperanzas en un plan que ha salido rematadamente mal. Y es que pretender erigirse en «el Gobierno de la gente» poniendo distancia de la gente por temor a los abucheos es, sencillamente, imposible. El problema ahora es qué hacer con Pedro Sánchez. Antes, el líder socialista era un reclamo, pero ahora se ha convertido en un lastre. Esa es la realidad a la que se enfrenta el socialismo. La figura del presidente no tira y cunde la sensación de que empieza a ser una rémora para las aspiraciones del partido.