Eso sí que es confundir la velocidad con el tocino

Eso sí que es confundir la velocidad con el tocino

Esto sí que es para premio. ¿Saben ustedes la excusa que ha encontrado el Gobierno socialcomunista para aplicar un impuesto al uso de la red de carreteras del Estado? Pues que un hachazo fiscal para conservar las vías fomenta la igualdad de género. Obviamente, se preguntarán por qué. Y la respuesta del Ejecutivo es de esas que obligan a tomar aliento antes de exclamar ¡Dios mío! Según el Ejecutivo,  son las mujeres las que sociológicamente se ocupan, en las zonas rurales, de llevar a los hijos y a las personas dependientes a médicos, colegios o centros asistenciales, por lo que será este colectivo quien sufra más las malas condiciones de las carreteras. De ahí que aplicar un impuesto para contribuir a la conservación de la red viaria es contribuir, según  el Gobierno de Pedro Sánchez, a la igualdad de género, porque, además, la mejora de las carreteras reducirá el tiempo de desplazamiento y eso contribuirá a que los hombres se involucren en mayor medida en la realización de este tipo de labores. La conclusión del Ejecutivo es que «las actuaciones financiadas con este programa presupuestario ayudarán a la vertebración de los territorios y a la movilidad de la población tanto femenina como masculina, lo que redundará en la mejora de las condiciones laborales y personales de ambos sexos».

Marxismo en estado puro, pero el de Groucho, Harpo, Chico, Gummo y Zeppo. La surrealista explicación del Gobierno socialcomunista no tiene precedentes. Eso sí que es confundir la velocidad con el tocino, en sentido literal. Lo peor de este Gobierno es la consideración que tiene de los españoles. Debe pensarse que son idiotas o que se tragan sin rechistar cualquier estupidez que se les venda. Si el argumento que va a manejar para convencernos de las virtudes de pagar un impuesto por el uso de las carreteras es este, Pedro Sánchez lo tiene claro. Tomaduras de pelo, las justas.

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