La economía venezolana y su criptomoneda
La economía venezolana se desangra. Tras años de un régimen que persigue las libertades, entre ellas, la libertad económica, Venezuela sufre una recesión de enormes dimensiones que deja a la población sin abastecimiento de alimentos, con la economía hundida, el desempleo masivo y una población sumamente empobrecida. De hecho, la inflación supera el 100% anual y durante los últimos meses ha ido más allá, en forma de hiperinflación, con crecimientos mensuales de precios superiores al 50%, que podría llevar a la inflación anual a cifras de incremento del 1000%.
Un país rico en recursos como es Venezuela se ve sumido en la más absoluta pobreza debido a la doctrina bolivariana aplicada primero por Chávez y ahora por Maduro, que propaga el comunismo por todo el país, expropia y nacionaliza todo tipo de propiedad privada con la inseguridad jurídica que ello genera que, a su vez, expulsa inversiones y lastra al país en la miseria. Sin datos oficiales de organismos nacionales, que los han dejado de publicar, los organismos internacionales certifican el hundimiento de la economía venezolana, su caída en exportaciones, su débil demanda interior y un horizonte sombrío para su economía.
Ante esto, la última ocurrencia de los gobernantes que la han llevado a la ruina no es otra que lanzar el Petro, una criptomoneda, aparentemente respaldada por petróleo, oro y otros recursos naturales. Con dicha moneda, Maduro dice que quiere burlar las sanciones financieras de Estados Unidos y ha vendido esta moneda como la panacea que solventará todos los males de la economía venezolana. Una moneda digital que quiere emplear para disimular la grave situación a la que ha llevado a su país.
Sin embargo, nada puede ocultar el desastre del régimen de Maduro, la pobreza por las calles, la persecución de las libertades, el encarcelamiento de las personas que no piensan como él y la ruina que sufren los venezolanos, privados muchos de sus bienes, de sus trabajos, de su patrimonio y del bienestar general. No es una criptomoneda la que solucionará los problemas de Venezuela y de su economía, sino un cambio radical tanto en política económica como en política general, que permita aplicar medidas ortodoxas, instaure la seguridad jurídica, atraiga inversiones y restituya las libertades. Y está claro que eso no van a hacerlo ni Maduro ni sus subordinados. Lo que Venezuela necesita es que acabe cuanto antes el régimen totalitario que ha acabado con sus libertades y que los ha llevado a la ruina.