La difícil actuación de un Rey prudente
Su obsesión es no saltarse ni una sola coma, ni salirse un solo milímetro del perímetro que establece la Carta Magna a la hora de tomar una decisión tan delicada como es la de nombrar al candidato que tendrá que defender su investidura para convertirse en nuevo presidente del Gobierno de España.
Un trámite que, durante los 39 años de reinado de su padre y antecesor Juan Carlos I, era sencillo y apenas sin complicaciones ya que en el Parlamento había de hecho un sistema que se asemejaba mucho al bipartidismo. O era el PSOE o era el PP el partido que recibía el encargo del monarca y como mucho, para alcanzar la mayoría necesaria para gobernar, se echaba mano de los catalanes o los vascos para completar los ansiados 176 diputados que exige la mayoría absoluta.
Pero el destino le tenía preparado al nuevo Jefe del Estado, que aspiraba a administrar la normalidad cuando llegara a ser rey, según manifestó él mismo en una entrevista que las consultas previas a la designación de un candidato se convirtiera en un trámite mucho más complicado al haber variado el panorama político y haberse multiplicado el número de partidos presentes en el Congreso de los Diputados y en el Senado. La consecuencia fue que, durante los casi 40 años de reinado de Juan Carlos I, el entonces titular de la Corona realizó 10 consultas previas al debate de investidura de un nuevo jefe del ejecutivo, las mismas que se han celebrado en tan sólo 9 años de reinado de Felipe VI.
Esta vez, la historia se ha complicado un poco más porque el Rey se ha encontrado con la situación inédita de escuchar a dos aspirantes que querían intentar la investidura los primeros, algo que no había ocurrido nunca. Y eso ha provocado que don Felipe haya tenido que tomar partido por el candidato popular, Alberto Núñez Feijóo, al considerar que es el líder más votado en los pasados comicios del 23 de julio. Para evitar problemas, la Casa del Rey hizo público un comunicado en el que, por medio de cuatro consideraciones, se argumentó el porqué de esa decisión. Una de ellas, la tercera, explica que, desde la entrada en vigor de la Constitución, el candidato del grupo político que ha obtenido el mayor número de escaños ha sido el primero en ser propuesto por Su Majestad el Rey como candidato a la Presidencia del Gobierno. Esa práctica se ha ido convirtiendo con el paso de los años en una costumbre
Hay que comentar que no a todos los políticos de los otros partidos que aspiraban a ser los primeros en intentar gobernar durante la próxima legislatura, PSOE y Sumar, les ha convencido el argumento de la costumbre alegada por el Palacio de la Zarzuela para tomar la decisión de nombrar a Feijóo como candidato. Pero lo que hay que añadir es que el líder del Partido Socialista, Pedro Sánchez, se comprometió a aceptar la decisión que tomara el Rey Felipe y así lo ha hecho hasta ahora.
La situación actual, en cualquier caso, no es fácil. En principio, el PP no tiene suficientes apoyos para salir airoso de su intento y convertirse en el próximo presidente del Gobierno y tampoco tiene atados del todo los apoyos el PSOE y Sumar. Así que habrá que esperar a ver qué sucede en las sesiones parlamentarias de los días 26 y 27 de Septiembre y en caso de que no se logre el éxito de los populares, tocará probar a la otra alternativa un nuevo intento, con Pedro Sánchez a la cabeza.
Pero para la Familia Real hay una incógnita cuya solución depende de la situación política: la jura por parte de la Princesa de Asturias de la Constitución el día 31 de octubre, día de su 18 cumpleaños, está en el aire ya que depende de que se forme un Gobierno y puedan reunirse las dos Cámaras legislativas en sesión conjunta. Eso permitiría que la heredera de la Corona expresara su compromiso institucional con los representantes de la ciudadanía elegida democráticamente por el pueblo español.