Del “trifachito” al “tricentrito”

Del “trifachito” al “tricentrito”

A medida que pasan los días, va siendo evidente que las elecciones de Noviembre no serán una mera repetición de las de Abril, y ello no sólo por la entrada de Más País. En efecto, respecto a Abril, quien más quien menos ha corregido sus posiciones. Sánchez ha pasado de ser el presidente de un gobierno “Frankenstein” a pretender ser un líder que busca la estabilidad y que ha evitado pactar con Podemos. Rivera, después de causar el bloqueo de España estos meses, dice ahora que está dispuesto a pactar con Sánchez en ciertas condiciones. Para completar el trío de novedades, Casado, el mismo Casado que en Abril competía abiertamente con Vox, se abrió este Domingo junto a Feijoo a pactar con el PSOE.

El pasado viernes me comentaba un joven y culto diputado que en España hay sobre todo tres posiciones ideológicas: la que suelen llamar derecha o extrema derecha (y que podríamos bautizar patriotismo alternativo, pues hay mucho obrero exsocialista en el tema y de derechas lo que se dice de derechas no son), la de la izquierda radical, y la del centro que acepta el gran consenso socialdemócrata, bautizado la semana pasada como “tricentrito” y que representarían PSOE, Cs y PP. Hasta el pasado Abril solo estaban en el congreso la socialdemocracia y la izquierda radical. La entrada de Vox propició que estuviese también el alterpatriotismo. Y con ello, de algún modo, se pone fin al proceso de cambio nacido de la crisis de representación que viene indignando desde 2011: los españoles, fruto del desencanto generado por el bipartidismo, han evolucionado al pluripartidismo. Podemos, Cs y Vox son fruto del descuelgue de miles de votantes de PP y PSOE por cada una de las tres posiciones ideológicas, y parece que han llegado para quedarse.

Siendo que este pluripartidismo responde a las tres posiciones dichas, era lógico que antes o después se viesen las diferencias. Y es que para un votante de Podemos da lo mismo que gobierne el PP que el PSOE, si lo que van a hacer es aplicar las recetas económicas del BCE y el FMI. Del mismo modo, a un alterpatriota de Vox le da lo mismo que gobierne el PP, Cs, el PSOE o los tres en comandita, si no van a verse cambios de la política territorial (CCAA), las políticas sociales o una política económica sin recorte del gasto público.

Esas diferencias responden a posiciones enteramente legítimas de la vera izquierda y el patriotismo alternativo respecto al gran consenso socialdemócrata. Lo extraño era lo que hemos experimentado hasta ahora y todavía se pretende: que los de Podemos deban apoyar al PSOE y los de Vox al PP por pura utilidad. Si quieren utilidad, que pacten sin miedo: el PSOE con Podemos, y el PP con Vox, pues representan posiciones diversas. Pero si no quieren pactar con sus aliados extremos, que pacten entre ellos los del “tricentrito”, que dará mucha estabilidad, y dejará más claro quien es quien. De esto, y no de otra cosa, van a ir las elecciones de Noviembre. Y ojo, porque el tricentrito, según todas las encuestas, va a subir en escaños. Atentos al aparato, porque estas elecciones son diferentes: hemos pasado del “trifachito” (con su poder movilizador del voto de izquierdas, aglutinándolo en el PSOE), al “tricentrito”, que me temo que va a movilizar bastante menos porque podrá gustar o no, pero no da miedo a nadie.

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