El ‘cuponazo’ de Begoña Gómez

Editorial

Begoña Gómez no conoce límites: tan pronto, como hemos informado, se apropiaba del logo de Coca-Cola sin pedir permiso a nadie como recurrió a la Fundación ONCE para adaptar la plataforma -registrada a su nombre- de su cátedra en Transformación Social Competitiva a personas con discapacidad. La Fundación ONCE firmó un convenio de colaboración por el cual se comprometía a «impulsar» la cátedra que la mujer de Pedro Sánchez dirige en la Universidad Complutense de Madrid, difundir su actividad y asegurar el «correcto funcionamiento de las herramientas desde el punto de vista de la accesibilidad», confirman fuentes de la organización.

La mujer del presidente utilizó el logo de la ONCE como reclamo para captar alumnos para su máster en Transformación Social Competitiva, que no se impartirá ya el próximo curso. Eso sí, pese a que la Complutense ha retirado la titulación, la esposa del presidente socialista -imputada por los delitos de tráfico de influencias y corrupción en los negocios- sigue remitiendo el material promocional a los posibles alumnos interesados. Junto a la ONCE figuran como «colaboradoras» otras empresas relevantes, como Telefónica o Google. O sea, la esposa del presidente del Gobierno se adjudicó una plataforma -la registró a su nombre- en la que no se gastó un euro y, encima, utilizó un número no pequeño de empresas como gancho para impulsar su cátedra. Todo un negocio en el que hizo valer su condición de mujer del presidente del Gobierno. La gran pregunta que cabe hacerse es la siguiente: ¿Cuál fue el coste de la plataforma y cuánto puso de su bolsillo Begoña Gómez? Porque si el diseño e impulso de la plataforma corrió a cargo, en una primera fase, de Indra, Telefónica y Google y luego la Complutense puso el resto, ¿cómo fue posible que la mujer del presidente pudiera registrarla como propia? Ya que hablamos de la ONCE, habrá que convenir que a la esposa de Sánchez le tocó el cuponazo.

Lo último en Opinión

Últimas noticias