Cuadro clínico de un psicópata
Nadie duda del ridículo que ha hecho Sánchez el 28M. Pero como es un farsante a tiempo completo, no dimite. Cae en una ciega depresión y sólo se le ocurre, con tal de ver alguna luz convocar elecciones generales el 23J. Siendo un inculto total, desconoce el proverbio chino: «Si quieres salir del pozo, no sigas cavando». Y él, no para de cavar. Cava y cava, como si le fuera la vida en ello y cuanto más cava, más se hunde. ¡Está zumbado! Un tipo que no sabe gobernarse a sí mismo, no puede gobernar a los demás. Merece habitar un manicomio y salir de La Moncloa, cuanto antes sea posible.
Repasemos los síntomas de una personalidad psicópata sin control: problemas tempranos de actitud desde la niñez, egocentrismo, o autoestima inflada, victimismo con alevosía y manipulación, irresponsabilidad, baja tolerancia a la frustración, impulsividad frenética, falta de empatía, insensibilidad, ausencia de culpa y ni una pizca de remordimiento. En líneas generales, hablamos de psicópatas, cuando surge una conducta perversa en un carácter desinhibido. Se muestran distantes, ajenos a los sentimientos del prójimo. No les importa cruzar la raya de lo correcto y transgreden todas las reglas de convivencia normales. Tampoco temen ser castigados por sus tropelías. En suma, Sánchez en estado puro.
Antonio Jiménez en El Cascabel, TRECE tv, recabó la opinión del profesor Tamames acerca del batacazo de Sánchez el 28M: «Era normal y el 23J, va a ser igual». (Otro batacazo). «El país no aguanta más esta falta de democracia. Yo le dije muy claramente en la moción de censura al señor Sánchez, que tiene una dosis de egolatría que roza el 99% y un problema patológico, que es el síndrome de La Moncloa, que acabará con él. La autocracia se va extendiendo y el pueblo español ha dicho basta».
Carmelo Encinas quiso tentar al profesor y preguntó: «¿Usted ve a Santiago Abascal de vicepresidente? ¡Por supuesto que sí!» – repuso Tamames. «Abascal está en alza, el líder de Vox está fuerte, ha duplicado los votos el 28M. Está por la causa patriótica, por la Monarquía parlamentaria y por la Constitución. Pablo Iglesias, en cambio, más que un vicepresidente, fue un adorno de Sánchez en el Gobierno Frankenstein, era la nada, en franca decadencia, sin cultura del esfuerzo, no servía para nada, lo mismo que hoy». Gracias profesor, por silenciar las bocas de esos desquiciados sanchistas que no saben ganar y mucho menos, perder. El 23J se van a llevar otra sorpresa, aún peor e igualmente merecida.