El colegio de Palma, la bandera de España y la dictadura del catalán

El colegio de Palma, la bandera de España y la dictadura del catalán

Si el colegio La Salle de Palma que expulsó a 30 alumnos del centro por colocar en el aula una bandera de España en apoyo a la selección nacional de fútbol justificó su decisión en que los estudiantes rompieron las normas de la convivencia -habrá qué preguntarse cómo una bandera nacional puede romper la convivencia-, tal vez el centro educativo debería investigar el perfil de la profesora de catalán que desencadenó la tormenta al obligar a los alumnos, en tono despectivo, a retirar la enseña a la que calificó de «trapo». Y es que esa profesora prohíbe a los estudiantes expresarse en español en una demostración clamorosa de dictadura idiomática que revela hasta qué punto se sirve de su cargo para imponer su ideología. El problema, no nos engañemos, no está en que 30 alumnos hayan incumplido ninguna norma, porque en otras aulas del centro la presencia de una bandera de España no generó mayor problema, sino que una profesora concreta afín al independentismo decidió abusar de su autoridad y llevar su sectarismo al límite.

Esa es la clave: que quien con su actitud rompió las normas de la convivencia fue una profesora a la que le molestaba una bandera de España. ¿De verdad que alguien que es capaz de llevar su ideología al extremo de referirse a la bandera nacional como un «trapo» puede dar lecciones de convivencia? El centro educativo tiene un problema: ahora dice que investigara lo ocurrido, pero antes de investigar ya había apoyado a la profesora y decidido expulsar a los alumnos, en una decisión no sólo desproporcionada, sino profundamente injusta. No nos engañemos: aquí lo que subyace es el sesgo de un Gobierno socialcomunista, el de Francina Armengol, que se ha rendido al separatismo catalán en su política educativa. Y un colegio que está faltando a la verdad al acusar a los alumnos de romper la convivencia, cuando contrata a una profesora a la que la bandera de España le provoca urticaria y se comporta de forma dictatorial. ¿Qué puñetas hace un colegio concertado católico dando alas al separatismo?

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