‘Caso Mascarillas’: el socialcomunismo se esconde bajo tierra
Recordarán ustedes la que montó la izquierda a cuenta de las mascarillas vendidas al Ayuntamiento de Madrid por los empresarios Alberto Luceño y Luis Medina: que si estos habían sido favorecidos por José Luis Martínez-Almeida, que si estábamos ante un gravísimo escándalo de corrupción del PP, que si el consistorio había estafado a los madrileños. Pues bien, el juez Adolfo Carretero, que instruye el caso Mascarillas, ha procesado a los empresarios por los delitos de estafa agravada y falsedad documental al Ayuntamiento de Madrid por la venta de material sanitario en plena pandemia por coronavirus. O sea, que el Ayuntamiento no es culpable, sino víctima. A la izquierda le ha salido el tiro por la culata otra vez. Si tuviera un mínimo de vergüenza pediría perdón por verter un alud de infamias sobre el alcalde, pero como eso de la dignidad no va con ella, a estas horas está escondida bajo tierra.
El magistrado del Juzgado de Instrucción número 47 de Madrid que investiga el caso mascarillas denegó en varias ocasiones la petición de Podemos y PSOE que solicitaron investigar al equipo de Almeida. «Este Instructor ya ha dicho en diversas resoluciones, sin que la Audiencia Provincial le haya corregido, sino más bien confirmado, que el Ayuntamiento de Madrid tiene la condición de perjudicado en el presente procedimiento, por lo que no se van a admitir diligencias como las solicitadas por Podemos encaminadas a investigar la conducta de los cargos municipales del Ayuntamiento, para ver si tienen alguna relación directa o indirecta con la estafa investigada, sin que se haya acreditado indicio serio que justifique las mismas».
Más claro agua. Sin embargo, al socialcomunismo no le bastó con lo dicho por el juez y siguió con su estrategia de acoso y derribo contra el alcalde. Ahora, han quedado retratados. Un año después de que el juez abriese diligencias de investigación, el magistrado ha decidido poner punto final a la causa y enviar a juicio a los –hasta ahora– investigados. ¿Qué tienen que decir PSOE, Más Madrid y todos lo que acusaron sin pruebas a Almeida de beneficiar «a dos amigos»? No tienen vergüenza.