Ca-TETAS

Ca-TETAS

¡No majas! A nadie le dan miedo un par de pechos, ni a las mujeres, ni a los niños, ni mucho menos a los hombres… vamos a ver si dejamos de ser tan pesadas y de hacer una política y una cultura tan paletas; y tan pacatas, porque hijas, puestas a dar ¡que no se respire miseria! ni una teta ni las dos, desnudo integral, ¡so cursis!

Queridas hermanas, relájense y comprendan que ya no vivimos en La letra Escarlata, en la puritana Nueva Inglaterra de principios del siglo XVII, noo, vivimos en el régimen de Biden, mejor dicho, en el régimen de Kamala Harris, pro abortista y androfóbica convencida, donde una puede sacarle los dos ojos al vecino en el ascensor con sus pezones si su pequeño mamón tiene hambre, donde la principal materia que imparte la educación pública a nuestros hijes es el “folle bien y no mire con quién”…

En cuanto a la cancioncilla de Rigoberta es divertida, ¡sí! pegadiza, pero, sobre todo, cateta, pero no por las pechugas, ¡no! que como reclamo están, nunca mejor dicho, sobadas. Es cateta y grosera, lo del caldo en la nevera, ¡Señor de los Ejércitos! ¿Eso es feminista? Lo de la sangre… Y luego por su público objetivo y su fandom, porque les gusta a todos los catetos del globo tetáqueo que son los mismos del Jolines, liderados por Irene Montero (o la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau) desde su cruzada (que no tiene nada que ver con Delacroix) y sí mucho con su inmadurez, con su histeria, con su egolatría y con ese instalarse en el victimismo donde quieren situarnos a todas las demás…

Como feminista “de gusto” (esta es una nueva ola que me acabo de inventar) les pido que me lleven a mí a Eurovisión a cantar: ¡Basta de identificar feminismo con fistrismo, humor con vulgaridad, respeto con hipertolerancia, compromiso con resentimiento, cultura con fanatismo, buenrollismo majadero con bondad, Arte con mierda en bote, progreso con provocación inmadura o empoderamiento con trastorno límite de la personalidad! ¿No? ¿Qué les parece?

Y luego la puesta en escena, con su gran tetamundi (simpática también) con su pezoncito maternal… Pero, a ver si nos ubicamos, provocar no provoca, ni es Arte (el Arte debe ser censurado si es tal cosa, porque el Arte ha de tener mordiente, colmillo). Reclamar libertad o yo que sé qué desde la mini transgresión pechugónica, por el contrario, es tan complaciente que ¡miren! Rigoberta es aplaudida por los poderes y el Gobierno. Pero el Arte en cualquier soporte tiene que desgarrar y abrir nuevos caminos, aunque duelan; una obra abanderada por el estado (más por Irene Montero) vuela bajo.

¡Ay culturetilla ramplona producida en churrerías de frito refrito de fritanga para satisfacer las necesidades de modernidad de pseudo progres moderadamente formados…!

Insisto, hermanitas, a ningún bípedo sano y bien constituido le escandaliza una mujer en televisión, ni en un restaurante, ni en Instagram, ni en ningún sitio, enseñando los pechos a estas alturas de la posmodernidad (ni tampoco le escandalizaría enseñando un piercing en el clítoris); sin embargo resulta feo (aunque menos feo que un hombre comiendo, por ejemplo, sin camisa) porque a cualquier desnudo hay que acostumbrarse…Y porque la mayoría de los seres humanos no nos parecemos en nada a Brigitte Bardot. Me río yo del bodypositive, lo que hay que hacer es tener consideración y taparse un poco, hombres y mujeres por igual, ¿eh?

Ah, y la censura anti pezones en Instagram no viene del escándalo o el temor a la excitación sexual, ni al temor de Dios, ni al machismo, en absoluto, el temor si acaso es a nuestra majadera interpretación de la naturalidad, a nuestra espontaneidad mal entendida, al mal gusto y a la invasión de la fealdad y la impudicia.  Imaginen, amigues, que cualquiera pudiera salir en pelotas en las redes… ¿Y luego?

Por cierto, me muero de risa, lo del caldo me recordó a la encantadora Georgina -vean el documental, por lo que más quieran- desayunando con diamantes (y leggings) café soluble con leche en su yate de cien mil millones… ¿Es que no puede ninguno de sus empleados traerle un café como Dios manda? ¡Georgina café soluble, eso sí que es Arte!

En cuanto a Chanel, lapidada, acosada por las defensoras de la mujer, por las sororas, con su propuesta pop dance latina, SloMo, mereció el triunfo exclusivamente por sus esfuerzos gimnásticos, sólo comparables con los de Nadal, aunque Unidas Podemos ya ha llevado el asunto al Congreso, junto con varias preguntas al Consejo de RTVE para comprobar que se han cumplido las bases del concurso.

¡Mamammamammamamammamamamamammamamammamarrachas!

 

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