Adiós para siempre al plato de ducha en tu baño: la alternativa más cómoda y de diseño ya está aquí


Durante décadas, el plato de ducha ha estado presente en muchos hogares. Fácil de instalar, económico y disponible en un amplio abanico de formatos, parecía ser la solución definitiva. Sin embargo, en los últimos años ha empezado a perder terreno frente a nuevas alternativas, y los arquitectos, interioristas y amantes del diseño ya tienen su favorita: el microcemento. Este material versátil y muy resistente está transformando la manera en que concebimos los baños. Además de ser moderno, aporta una gran sensación de limpieza visual, amplitud y elegancia.
Decir adiós al clásico plato de ducha puede parecer una decisión arriesgada, pero en realidad se trata de una apuesta segura por la funcionalidad y el diseño contemporáneo. Si estás pensando en reformar tu baño y buscas una solución diferente y duradera, el microcemento encaja perfectamente con los estilos decorativos más actuales, como el nórdico, el industrial o el minimalista. Este material ha pasado de ser una opción exclusiva de viviendas de lujo a convertirse en un recurso cada vez más habitual en reformas de baños.
La nueva tendencia que deja atrás al plato de ducha
El microcemento es un revestimiento decorativo de base cementicia, polímeros, áridos ultrafinos y pigmentos minerales. Se aplica en capas muy finas, de entre dos y tres milímetros de espesor, y se puede utilizar en paredes, suelos, techos, e incluso en zonas húmedas como piscinas, cocinas y duchas. Una de sus principales ventajas es que se adhiere a cualquier superficie sin necesidad de hacer grandes reformas, por lo que es una solución limpia, rápida y muy estética para renovar cualquier espacio.
Ventajas
Uno de los grandes inconvenientes de los platos de ducha es la acumulación de suciedad y humedad en las juntas. Con el paso del tiempo, incluso con una limpieza constante, las juntas se deterioran y aparece el temido moho que, más allá de la estética, puede provocar problemas de salud. Con el microcemento, este problema desaparece de raíz, ya que es un material continuo, y no hay ningún espacio por el que se pueda filtrar el agua o donde se acumulen residuos. Además, esta continuidad visual da como resultado un baño mucho más limpio a nivel estético.
Existen muchos mitos sobre este material, y uno de los más frecuentes es que puede ser resbaladizo. Pero nada más lejos de la realidad. Actualmente, se pueden personalizar los acabados para ser antideslizantes, lo que lo convierte en una opción segura incluso para hogares con niños o personas mayores. Además, es muy resistente a los cambios de temperatura y a la humedad.
En lo que respecta a la durabilidad, si se instala correctamente y se sella con productos de buena calidad, se puede mantener en perfectas condiciones durante años. A diferencia de otros materiales que se desgastan o se agrietan, soporta a la perfección el uso diario y conserva su color y textura con el paso del tiempo.
Otra de las grandes ventajas que ofrece el microcemento es la versatilidad a nivel estético. Está disponible en una amplia gama de colores, desde los más neutros como el blanco, el beige o el gris, hasta los más vibrantes, como el amarillo o el rosa. También es posible elegir el nivel de brillo, desde acabados brillantes o satinados hasta mates. Esto permite crear un baño completamente a medida. Asimismo, como se puede aplicar en paredes, suelos y techos, se consigue una armonía visual total.
Sin lugar a dudas, uno de los principales dolores de cabeza a la hora de reformar un baño es el tiempo que lleva. El microcemento se puede aplicar directamente sobre los azulejos existentes, lo que acorta considerablemente los plazos de la obra. Por este motivo, cada vez más personas optan por este material cuando se quiere dar un cambio radical al baño sin meterse en una obra larga y costosa. En unos pocos días, es posible transformar por completo la estética del espacio con un resultado limpio, moderno y profesional.
Limpieza y mantenimiento
El microcemento es un material muy agradecido en lo que a limpieza y mantenimiento se refiere. Para conservarlo en perfecto estado durante mucho tiempo, basta con una limpieza regular utilizando agua y productos neutros, sin componentes agresivos. Es fundamental evitar el uso de lejías y amoníacos, ya que pueden dañar el sellado superficial y afectar tanto al color como a la textura del acabado.
Y si se llega a producir algún pequeño arañazo o daño superficial, no hay que preocuparse: el microcemento es reparable. Un profesional puede retocar la zona afectada sin necesidad de rehacer toda la superficie, conseguiendo que vuelva a lucir como el primer día.
En definitiva, el microcemento no es una moda pasajera, sino una tendencia consolidada que cada vez va a tener más peso en el diseño de interiores, relegando a un segundo plano al plato de ducha tradicional. ¿Estás preparado para cambiar el aspecto de tu baño?
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