A buenas horas, mangas verdes
El anuncio de Pedro Sánchez de disolver las Cortes y convocar elecciones para el próximo 23 de julio ha provocado un enorme malestar en los territorios hasta ahora gobernados por el PSOE, donde los barones salientes echen pestes por el egoísmo de su secretario general. A buenas horas, mangas verdes. Después de llevarles al matadero político por sus pactos con golpistas y proetarras, Sánchez les reclama ahora lealtad y les pide que se impliquen en la campaña electoral que viene, obligando a los cuadros del PSOE en los territorios a lanzarse a una nueva batalla política con todos los elementos en contra. En suma, que Sánchez trata de salvar el pellejo pidiendo implicación a los mismos a los que dejó tirados. Es lógico el enfado, pero también es cierto que los barones han mantenido una actitud pastueña con Pedro Sánchez que se les ha vuelto en contra.
El anuncio del presidente es entendido como un plebiscito sobre su persona, lo que para muchos de los barones caídos en combate es una afrenta intolerable. En suma, que le reprochan que no haya hecho otra cosa durante la legislatura que pensar exclusivamente en su persona y en su particular interés, pasando olímpicamente de los intereses del partido. Ahora, cuando el agua no le llega al cuello, pretende que las distintas federaciones socialistas vayan a partirse la cara por un jefe que ha demostrado unos niveles de egoísmo insuperables.
El PSOE está devastado, triturado, por la sencilla razón de que el sanchismo ha acabado con un partido que sale destrozado de las urnas. Y ahora, cuando el daño es irreversible, sale Pedro Sánchez a pedirle a sus compañeros que den un paso al frente y traten de salvarle el pellejo. La vanidad del personaje no conoce límites: todo, absolutamente todo, está orientado a su beneficio personal y la paciencia de los barones ha llegado a su fin. Con este partido socialista Sánchez pretende evitar el naufragio definitivo, pero este partido tiene claro, aunque muchos callen, que el problema es Sánchez por su vanidad, deslealtad y prepotencia