Un ‘artista’ llamado Donald Trump
El pasado 9 de noviembre, Donald Trump, empresario, productor, actor, presentador, escritor y ejecutivo, se coronaba, con muy poca experiencia en política, como el 45 presidente de los Estados Unidos. No solo demócratas, el mundo entero está aterrado ante un hombre acusado de ser homófobo, racista, vulgar, mentiroso, misógino… entre otras cosas. Estados Unidos es una gran nación, país de oportunidades y de grandes ideas. Con el pensamiento positivo que caracteriza a los americanos hay que confiar en que Trump será un muy buen presidente, después de todo es un hombre inteligente que ha sabido triplicar su imperio tras padecer varias crisis financieras que lo han llevado más de una vez a la bancarrota comercial. Dejemos que el futuro hable por sí mismo en lugar de predecirlo negativamente.
Trump ha «coleccionado» mujeres, edificios y millones… pero nunca arte. El magnate inmobiliario tiene varias replicas en lugar de obras originales. Trump afirma que su imperio vale 10 billones de dólares, pero cree que la inversión inmobiliaria es más rentable que la inversión en arte. No tiene sensibilidad ni apreciación artística, lo que le interesa es la firma, no la composición, la pincelada o la historia de una obra. En su avión cuelga una obra de Renoir de dudosa autenticidad, ya que una obra de tal calibre no estaría colgada en un avión y se sabe que la autentica versión de ‘La Loge’ está en el Courtland Institute de Londres. En la torre Trump cuelgan varias obras de arte, pero se dice que son prestamos de galerías, que no pertenecen al presidente electo. Su interés artístico se limita a obras decorativas con poco valor y a autorretratos distribuidos por sus distintas casas.
Sin embargo su hija Ivanka sí es una entusiasta coleccionista. Sus artistas favoritos son Christopher Wool y Cy Twonbly. Entre su colección también cuentan obras de Alex Israel, Garry Winogrand, Nate Lowman y Dan Colen. Su política de adquisición es comprar siempre una obra que ame y con la cual, ella y su marido, Jared Kushner, sientan la misma pasión. Ambos comparten la afición de visitar estudios de artistas y museos y creen en la importancia de fomentar el legado artístico en sus hijos.
El mercado del arte no teme a Trump. Estando a una semana de las subastas impresionistas, modernas y contemporáneas el mercado ha estado volátil durante el periodo de voto y resultado, días después de ser Trump elegido el mercado se ha vuelto a estabilizar. Los inversores del oro empezarán a considerar el arte como un valor refugio debido a la incertidumbre que la presidencia de Trump provoca. Independientemente de ser seguidor o no de Trump, su política incluye una mejora de impuestos por la que los compradores de arte «medianos» se podrían ver beneficiados. Sin embargo, si esta mejora se lleva a cabo, los grandes compradores podrán disminuir sus compras, ya que los beneficios fiscales a la hora de comprar arte no serán tan grandes. Otro comprador a tener en cuenta es el latino, siendo el mexicano un de los compradores mas importantes de Latinoamérica. Se prevé que los compradores aumenten o disminuyan dependiendo del cumplimiento de las promesas que el presidente electo hizo durante su campaña política. En el caso de que Estados Unidos entre en guerra, sí habrá un perjuicio contra el mercado del arte. No obstante, predecir vuelve a ser un error, ya que tanta gente, entre la que me incluyo, vaticinó la victoria de Hillary.