‘Apocalypse now’

Jorge Fernández Díaz

Para mi generación, está claro que el título de este artículo no es la última advertencia de una sucesión continuada de eventos diversos que se vienen  produciendo desde el comienzo de esta década con el común denominador de tratarse de calamidades para la humanidad, y muy en especial para España. A estos efectos, no considero necesariamente como su causa eficiente la coincidencia del inicio de esta cadena de desgracias con la investidura de Pedro Sánchez como presidente del actual Gobierno socialpodemita. No obstante, también dejo constancia de que no niego la posibilidad de que esa elección merezca  ser incluida entre las calamidades que nos acechan desde entonces. Sentado esto, Apocalypse now es el título de una película estadounidense de Francis Ford Coppola que traslada a la Guerra de Vietnam la acción de la novela El corazón de las tinieblas, ambientada en el África del siglo XIX. Su guion y fotografía hicieron de ese film un icono de su época del género denominado apocalíptico.

En la actualidad, más de treinta años después, ese título podría aplicarse, dado el clima de inseguridad existencial que parece se ha instalado entre la población con motivo de la pandemia. Estamos viviendo una experiencia de características tales que hay que remontarse un siglo atrás —a la denominada como gripe española— para encontrar un acontecimiento similar a nivel mundial, lo cual da una idea  de su importancia y gravedad y explica la preocupación existente. Pero lo cierto es que, aunque ya arrastramos muchos meses sometidos al bombardeo mediático en relación al maldito coronavirus, no es esta la única desgracia que nos aqueja desde entonces. Una borrasca bautizada como Filomena, de unas características desconocidas en varias décadas,  produjo a principios de este mismo año unas graves consecuencias en Madrid y otras zonas limítrofes. Durante varios días de enero, las principales carreteras de la capital y calles de esas zonas de la periferia, permanecieron bloqueadas, obligando al cierre de los colegios hasta el 20 de enero. El alcalde de Madrid evaluó en 1.400 millones de euros el coste de los daños causados, lo que refleja su importancia. Asociado a Filomena comenzaron a aparecer problemas vinculados con el suministro energético, que en nuestro caso, unido al conflicto entre Argelia y Marruecos, nos afecta con particular intensidad, motivando una subida histórica del precio de la luz muy por encima del promedio del alza en los países de la UE. Solapado a este hecho, entra en erupción el volcán de Cumbre Vieja, que también llevaba décadas dormido. El daño que ha infligido a centenares de familias con parte de su vida sepultada bajo coladas de lava, no se compensa con su atractivo turístico, que tanto alegró a la ministra del ramo.

La siguiente calamidad que nos acecha ahora es la de un «apagón», que está provocando una gran demanda de aprovisionamiento de alimentos y kits de supervivencia por parte de la población. Pese a las fundamentadas razones esgrimidas para  desechar esa alarma por parte de las empresas españolas que informan de que poseemos una sólida y compleja red de suministro eléctrico, los comerciantes dan fe de la intranquilidad existente.

Ante este sucinto recorrido por lo experimentado desde el comienzo de la actual XIX legislatura, la política pasa a un segundo plano, agudizada por la preocupación existencial comentada, y  con la ayuda  del Gobierno que  cerró las Cortes Generales al control parlamentario, violando la Constitución. Del relato del libro del Apocalipsis con el que termina el Nuevo Testamento de la Sagrada Escritura, con las calamidades ya vividas en estos dos intensos años, apenas queda margen para muchas más. Sin embargo, la NASA anuncia una tormenta solar de nombre Cannibal. Algunos dirán: «Que se pare el mundo, que me bajo».

Resulta difícil hacer abstracción de gafes y maleficios asociados a este periodo con quien protagoniza la legislatura vigente desde su cualificada magistratura como titular del poder ejecutivo. Para las próximas elecciones, «su» —posesivo en este caso— partido debería pensar en una candidatura alternativa a la gafada de Sánchez.

 

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