2050 chapuzas del sanchismo
Los crímenes más aterradores no son los que cometen los asesinos, sino los de los incapacitados para gobernar. Un criminal satisface su locura quitándole la vida a una o equis personas, pero un déspota sin luces ni soluciones, sacrifica las vidas de una nación entera. Estamos en manos de un zumbado que quiere convertir España en un país inhabitable. Cuadrado Bausela define el sanchismo: “es un negocio electoral que utiliza un imaginario nostálgico de la izquierda como mercancía y trata a los electores como vegetales”. Sánchez y el sanchismo pertenecen a la misma almeja. Cuanto hacen y deshacen, vulnera el código penal y conculca la Constitución. El mindundi desprecia al Rey, se mofa del TS y del Estado de Derecho. 2050 chapuzas y otras indecencias forzadas con decreto ley, prueban que alguien debe dimitir. El maniquí ya no sirve ni de espantapájaros. Por eso se le colaron ocho mil hijos de Alá en Ceuta y Melilla.
Tras fracasar con sus ficticios-expertos en pandemia y ser humillado por la brava Ayuso en Madrid, nadie cree en él y allá donde asoma, le abuchean. Atraviesa horas bajas, afortunadamente está en declive. Pero el gachó se agarra, como un náufrago a su balsa, a los corruptos que lo sostienen a cambio de millones de € e indultos, que le exigen, para dar otro golpe de Estado. Al desaprensivo y siempre gafe, le da igual jugarse España a los dados, que al mus. Mientras él siga en palacio, lo demás se la sopla: pensionistas, vacunas, la UE, que suba la crispación, que bajen los salarios, crujirnos a impuestos, el campo, la pesca, autónomos, policías, militares, sanitarios, parados, taxistas, los sin techo, que se hunda la economía o que Biden no le coja el teléfono… Su ego es lo único que importa.
Pronto se largará de veraneo, agotado por haber mentido tanto. Todo enredó y nada arregló. El estío excita su vena poética… “Hay un tiempo para el castigo y otro para la concordia”, pensamiento de un Premio Nobel bengalí que justifica el perdón (o el indulto), copiado por los amanuenses de Moncloa, al que dio voz este sátrapa inculto, creyéndose Rabindranath Tagore. Quizá quiso y debió decir: “Hay un tiempo para la impunidad y otro para la ignominia”. Él no se entera de lo que dice, se limita a leer lo que plagian sus gregarios.
Sobre indultar a los golpistas. Arrimadas: “Sánchez debe hacer caso al Supremo y no cometer esa “indignidad”, sólo para mantenerse en Moncloa”. Boadella: “Cataluña está en un estado de degradación absoluta y me importa un comino lo que haga Sánchez”. Rosa Díez: “Está en nuestras manos no indultar a Sánchez, el más corrupto de la democracia”. Guerra: “Es políticamente indeseable y jurídicamente no es legal, algunos han confesado que lo harán otra vez”. Pedro J: “Si sigue adelante con los indultos, Sánchez cavará su propia tumba política”. Y Raúl del Pozo: “Supongo que a su majestad no le hará puñetera gracia firmar los indultos”. Bastan seis voces sabias para poner en su sitio al mindundi. Los esbirros del zumbado alegan que: “Los indultos son necesarios, pues la democracia española no puede ser comparada con el régimen autoritario de Turquía”. ¡Chúpate esa! Sánchez es un personaje que se rodea de idiotas. Así le va. Su barco hace aguas, el sanchismo se va a pique.
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