Los expertos dan la voz de alarma: estas 3 extrañas especies son las nuevas amenazas para el Mediterráneo

Parece que nada ha cambiado, pero la realidad es que el Mediterráneo ya no es lo que era. Los expertos han alertado de que la temperatura del mar no para de crecer y las consecuencias para la fauna autóctona de nuestra costa son catastróficas.
El calentamiento global ha provocado que muchas especies se desplacen hasta el Mediterráneo, lo que ha puesto en peligro el equilibrio ecológico, económico y sanitario de todo el país.
Según el Centro de Estudios Ambientales del Mediterráneo (CEAM), nuestro mar se está calentado un 20% más rápido que el global. ¿La consecuencia? Especies tropicales encuentran aquí el hábitat perfecta para reproducirse y expandirse. Ahora preocupan especialmente el dragón azul, el pez león y el pez conejo.
El dragón azul: un pez increíble que amenaza al Mediterráneo
El nombre de dragón azul (Glaucus atlanticus) no es una exageración, ya que realmente parece un animal sacado de un libro de fantasía, pero hablamos de un molusco pequeño muy peligroso.
Destaca por los tonos metálicos azulados y su forma alargada, pero la alimentación es lo que lo hace tan especial. Come medusas, incluida la carabela portuguesa.
El problema es que puede almacenar el veneno de sus presas y liberarlo al contacto con las personas, lo que provoca picaduras muy dolorosas en humanos.
En la mayoría de casos no es mortal, pero su expansión en las costas mediterráneas supone un riesgo para la salud de los bañistas. Además, es un claro indicador del cambio de temperatura del agua, ya que esta especie es típica de zonas más cálidas.
Las costas mediterráneas en peligro por culpa del pez león
El pez león (Pterois volitans) ha llegado desde el Indo-Pacífico con todas las papeletas para quedarse. Su aspecto exótico lo hace fácilmente reconocible, pero también engañoso.
Llama la atención por su belleza, pero detrás de esa apariencia esconde unas espinas venenosas capaces de generar heridas muy dolorosas. Aún así, lo que más preocupa a los biólogos es su relación con la fauna autóctona, pues destaca por su capacidad depredadora.
Hablamos de un devorador implacable de peces pequeños y crustáceos, lo que pone en serio riesgo la biodiversidad del Mediterráneo. Además, puede tener un impacto fuerte en la pesca.
Lo más peligroso es que no tiene depredadores naturales en nuestro mar, por lo que su expansión será muy difícil de contener. De hecho, ya se ha disparado en aguas griegas y chipriotas. Ahora ataca el sureste español.
El herbívoro que preocupa a los expertos en el Mediterráneo
El tercer invasor que trae de cabeza a los expertos es el pez conejo, que en realidad engloba dos especies: Siganus luridus y Siganus rivulatus.
Aunque su dieta se basa en algas, su efecto en el ecosistema es demoledor. Arrasan con las praderas de posidonia y otras plantas marinas que sirven de refugio y alimento a numerosas especies autóctonas.
De hecho, su presencia ya está afectando al fondo marino. Deja zonas desiertas de vegetación y complica la reproducción de los peces locales. Además, puede competir directamente con otras especies clave para la pesca.