Los expertos alertan a la población: bandera roja en una playa de Cádiz por el avistamiento de esta extraña especie en el mar

Ir a la playa en verano suele ser sinónimo de relajación, chapuzones y desconexión. Pero todo cambia cuando, en lugar de la bandera verde, ondea la roja. Entonces da igual si ya te has untado de crema solar o si la sombrilla está clavada en la arena: toca alejarse.
Eso es exactamente lo que ocurrió hace unos días en la playa de Santa Bárbara, en La Línea de la Concepción, Cádiz. Las autoridades activaron la alerta máxima tras detectarse varios ejemplares de una criatura marina poco común en estas costas. Es pequeña y bonita, pero con una toxicidad que puede arruinar el día (o las vacaciones) en cuestión de segundos.
Aparecen ejemplares de dragón azul en la costa de Cádiz
El protagonista de esta historia es el dragón azul, o Glaucus atlanticus, una especie que parece sacada de una película de ciencia ficción pero que nada tranquilamente por mares templados y tropicales. Lo identificaron miembros de Salvamento y Policía Local, que no tardaron en dar la voz de alarma al Ayuntamiento.
Se contaron al menos seis ejemplares en la zona. Por esa razón, la Delegación de Playas izó la bandera roja y prohibió el baño. La medida buscaba evitar cualquier contacto con este molusco nudibranquio, famoso por alimentarse de medusas venenosas (como la carabela portuguesa) y absorber sus toxinas, que luego utiliza como defensa.
Otras playas afectadas por la presencia del dragón azul
Este no es un caso aislado. La presencia del dragón azul en una playa de Lanzarote también provocó restricciones este verano. En Famara, se encontraron varios ejemplares y se prohibió el baño como medida de precaución. Lo mismo ocurrió en Canet d’en Berenguer (Valencia), donde se avistó uno en el Racó de Mar.
La situación se repite en puntos de las costas de Baleares, Andalucía, Canarias y Gibraltar. Incluso en Mallorca, en plena Serra de Tramuntana, se registró un hallazgo que no se veía desde 1705.
¿Cómo es el dragón azul?
Este curioso animal mide apenas 4 centímetros. No tiene concha, flota boca abajo y su vientre azul se camufla perfectamente con el color del mar. Tiene seis apéndices que le dan un aspecto de criatura fantástica. Es carnívoro, hermafrodita y, si no encuentra qué comer, puede incluso volverse caníbal.
En su cuerpo almacena el veneno de sus presas. Y aunque no ataca al ser humano, el simple contacto con su piel puede provocar escozor, enrojecimiento, dolor intenso, náuseas e incluso reacciones alérgicas graves.
Su picadura puede derivar en una urticaria severa, y en casos extremos, en complicaciones médicas serias. No hay que dejarse llevar por el color ni por lo exótico. Si lo ves, mejor mantente alejado.
¿Qué hacer si te cruzas con un dragón azul en Cádiz?
Si alguien se cruza con uno en la playa, lo primero es no tocarlo. Ni con la mano, ni con palas, ni con juguetes. Tampoco conviene acercarse por curiosidad.
Si ocurre un contacto accidental:
- Retira los restos con una tarjeta o guantes.
- Lava con agua de mar, nunca dulce.
- No te rasques ni frotes la piel.
- Aplica frío en la zona.
- Y si duele demasiado o hay reacción, acude al centro de salud.
Por ahora, la playa de Santa Bárbara ha reabierto con bandera amarilla. No se han vuelto a ver dragones azules, pero lo mejor es no bajar la guardia.
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