Descubrimiento histórico en Siria: una tortuga de hace 50 millones de años reescribe la historia de la evolución

Un hallazgo paleontológico en Siria, publicado en la revista científica Papers in Palaeontology, ha sacudido los cimientos de la biología evolutiva.
El fósil de una tortuga marina extinta, descubierto hace más de una década, aporta nuevas pistas sobre el origen de un grupo de reptiles marinos.
Un fósil de tortuga encontrado en Siria revoluciona la biología evolutiva
El fósil corresponde a Syriemys lelunensis, una especie hasta ahora desconocida que redefine el origen del linaje de las tortugas Stereogenyini, un grupo de pleurodiras marinas hoy extinto.
El ejemplar fue hallado en la cantera de Al-Zarefeh, en el monte Semaan, durante una explosión controlada. Su hallazgo fue fortuito, ya que el propietario del lugar decidió entregarlo a las autoridades geológicas de Alepo, donde permaneció guardado por más de diez años.
La relevancia de este descubrimiento, además de su antigüedad (datada en unos 50 millones de años, durante el Eoceno temprano), es que se trata del primer fósil de vertebrado descrito científicamente en Siria.
Según destacó la paleontóloga sirio-brasileña Wafa A. Alhalabi, quien lideró el equipo internacional de investigación, en declaraciones recogidas por Muy Interesante, este material representa un hito histórico para la ciencia en la región.
Características anatómicas del fósil Syriemys lelunensis
El fósil, registrado como GEGMRD 0002, fue sometido a estudios de tomografía computarizada que permitieron reconstruir en tres dimensiones su estructura ósea.
A diferencia de otros restos de tortugas marinas, que suelen conservar solo fragmentos del caparazón, este ejemplar preservaba también la pelvis y los fémures.
Entre sus rasgos más distintivos destacan siete huesos neurales extendidos, un hueso nucal estrecho y una escotadura anal poco profunda. Estas características anatómicas fueron suficientes para determinar que no pertenecía a ninguna especie conocida y justificar su clasificación como un nuevo género.
Su caparazón alcanzaba los 53 centímetros de largo, con una forma ovalada que se estrechaba hacia la parte posterior.
Siria y su papel en la evolución de tortugas marinas del Eoceno
El análisis filogenético posiciona a Syriemys lelunensis como un pariente cercano de Cordichelys antiqua, hallada en Egipto y datada en el Eoceno tardío.
Esta conexión no sólo convierte a la tortuga siria en el miembro más antiguo de su grupo, sino que además adelanta en más de diez millones de años el origen evolutivo de los Stereogenyini.
El contexto geológico apoya esta hipótesis. Durante el Eoceno, el norte de Siria formaba parte de un mar poco profundo y cálido, lo que lo convierte en un entorno ideal para la evolución temprana de estas especies marinas.
Esto sugiere que la región mediterránea pudo ser un punto de origen clave para la diversificación de este linaje antes de expandirse hacia África, el Caribe y el océano Índico.
Ciencia y paleontología en Siria: un descubrimiento en medio de la guerra
El hallazgo adquiere un significado aún mayor al considerar el contexto en que se desarrolló la investigación. Siria ha enfrentado más de una década de conflicto armado, lo que limitó severamente la labor científica.
Pese a ello, el proyecto internacional liderado por Alhalabi logró rescatar este fósil olvidado durante años y convertirlo en una pieza clave de la paleontología mundial.
Este trabajo forma parte de la iniciativa Recovering Lost Time in Syria, destinada a estudiar materiales paleontológicos recolectados antes de la guerra que nunca habían sido analizados.