Luis Enrique, prohibido ‘pechear’
Luis Enrique quiere que la intensidad sea la seña de identidad suya y de su equipo durante los 90 minutos. Da igual que a la media hora vayas ganando por 3-0, el míster asturiano quiere que los que estén en el campo den el 100%. No es descabellado que el técnico haya tatuado en la cabeza de sus jugadores el lema del Dojo de Cobra Kai: «Dar primer, dar fuerte, sin piedad».
España fue eso durante el partido contra Costa Rica y el resultado espectacular de 7-0 refleja esta idea y estaba hambre. El técnico sólo se permitió los tres primeros minutos del partido sentado en el banquillo. Lucho no podía contenerse más tiempo. Quería que España no especulase y mordiese. Gavi y Olmo eran sus lacayos más fieles. Con una mirada le bastaba al técnico para que ambos saltasen a presionar.
El entrenador, el que más ha confiado en el delantero del Red Bull Leipzig, se fue con su cuerpo técnico a celebrar el primer gol de España en el Mundial. No tenemos la habilidad para leer la mente de Luis Enrique, pero su gesticulación nos deja entrever que les decía algo así como»véis como tenía razón».
España siguió empujando y empujando a Costa Rico con Pedri en una versión estratosférica. Luis Enrique ya no sabía cómo colocarse para ver a los suyos. Se ponía de pie, luego en cuclillas luego saltaba… Parecía que le faltaban utensilios. La mítica nevera de la Eurocopa o un andamio no le hubiesen sobrado al técnico.
Por suerte para nuestros intereses, el segundo gol de España llegó muy pronto e inmediatamente Luis Enrique aprovechó para dar instrucciones de forma más intensiva a sus defensas. A Laporte le pidió que sacase el balón más rápido y que eso de jugar andando o ‘pecheando’ estaba más que prohibido. A Azpilicueta le cayó una colleja por un despiste defensivo que terminó en empujón del técnico.
Luis Enrique apenas celebró la sentencia de Ferran Torres desde el punto de penalti y lo único que quería era más y más. El mensaje que había que mandar al resto del mundo es que España ha vuelto en los Mundiales tras dos últimas participaciones para olvidar.
Luis Enrique no quería piedad
Asensio se relajó en la parte final de la primera parte no tirando un desmarque al hueco a Gavi y luego fallando una ocasión clara, mientras el técnico se desgañitaba. Lucho veía que el madridista fue con poca intensidad o con el freno echado, algo que en este equipo no está permitido. Si el rival está débil se va a por más y más.
Ferran Torres encarnó a la perfección este mensaje en el cuarto gol de España. El yerno del seleccionador se fajó él solito con la defensa rival hasta por insistencia provocar el fallo de sus rivales. Los costarricenses se quedaron con cara de: «¿Pero estos tíos no se cansan?».
España no bajaba el pie del acelerador porque ni el carrusel de cambios hizo que los nuestros bajasen sus prestaciones. Luis Enrique estaba ‘on-fire’ pidiendo a los suyos más sangre, que por al ha pedido que vayamos de rojo al completo durante la primera fase.
Gavi respondió a la perfección a la exigencia del seleccionador poniendo la manita con un golazo que define a la perfección lo que es este equipo. Intensidad, pillería y sobretodo raza. España no debutaba en un Mundial con victoria desde 2006. Hoy Costa Rica se ha marchado con un saco de siete. Luis Enrique ve cómo su selección de autor pinta muy bien.