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Soy veterinario y ésta es la razón por la que tu perro ladra sólo a algunas personas

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Un perro ladrando.
Janire Manzanas
  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Los perros ladran como forma de comunicación, y su frecuencia y tono pueden variar según el contexto. Un perro puede ladrar para alertar sobre algo, expresar entusiasmo, o debido al aburrimiento, el estrés, y la soledad. Sin embargo, el ladrido excesivo puede ser un signo de problemas como falta de socialización o ansiedad. Los perros que ladran en exceso pueden estar frustrados porque sus necesidades básicas no están cubiertas, como alimento, ejercicio o atención.

Para manejar el ladrido excesivo, es esencial procurar que el perro esté tranquilo y recompensar el buen comportamiento con caricias y premios, en lugar de castigarlo. Proporcionarle juguetes y sacarle a pasear dos o tres veces al día para que haga ejercicio también puede ayudar a reducir la ansiedad. Además, es importante identificar y abordar cualquier fuente de miedo o estrés en su entorno. En este contexto, los veterinarios aconsejan no forzar al perro a interactuar con otros perros o personas si no está dispuesto a hacerlo, ya que esto puede dar lugar a ladridos innecesarios. Si el ladrido persiste, lo mejor es consultar a un veterinario especializado en comportamiento canino para encontrar una solución adecuada.

¿Por qué los perros sólo ladran a algunas personas?

Los ladridos de los perros son una forma de comunicación con humanos y otros animales, y pueden variar en tono, frecuencia y volumen según la situación. Pueden expresar felicidad, miedo, nerviosismo, alerta, frustración o aburrimiento. Aunque a veces el motivo es claro, como la presencia de extraños en su territorio, hay ocasiones en las que es difícil entender por qué ladran a ciertas personas y no a otras.

Felipe Vázquez Montono, veterinario de Catdog, explica que, al igual que los humanos, los perros tienen preferencias y aversiones hacia ciertas personas, según recoge El Confidencial. Esto se puede deber a su naturaleza territorial, especialmente cuando alguien invade su espacio de seguridad. Además, factores como la ropa, el tono de voz, el olor, la postura, o incluso experiencias traumáticas pasadas, pueden influir en la reacción del perro.

Los perros que no estuvieron suficientemente expuestos a personas, animales y estímulos durante sus primeros años de vida pueden ser más propensos a ladrar por miedo a lo desconocido. Aunque no existe una explicación definitiva para todos los casos de ladridos, comprender estos factores puede ayudar a interpretar mejor el comportamiento de los perros y a manejar situaciones en las que ladran sin un motivo aparente.

Entender el porqué de los ladridos puede mejorar la relación entre el perro y su entorno, ayudando a reducir la ansiedad tanto en el animal como en sus dueños. Así, se puede trabajar en la socialización y en la exposición gradual a diferentes estímulos para disminuir la frecuencia de los ladridos inapropiados y mejorar la calidad de vida del perro.

Tipo de ladrido y su significado

Los ladridos son una parte esencial del lenguaje de los perros, y comprenderlos es clave para mejorar nuestra relación con ellos. Estos sonidos no sólo expresan emociones, sino que también pueden indicar necesidades o reacciones al entorno. Por lo tanto, reconocer los diferentes tipos de ladridos es clave para responder de manera más adecuada a lo que nuestras mascotas intentan comunicar.

El ladrido de alerta es uno de los más comunes y reconocibles. Es agudo, fuerte y generalmente ocurre en secuencias cortas. Los perros utilizan este tipo de ladrido para advertir sobre algo inusual o potencialmente peligroso, como la llegada de un extraño a la casa. Por otro lado, el ladrido durante el juego es más ligero y rítmico, indicando felicidad y entusiasmo, especialmente cuando los perros interactúan con otros animales o con sus dueños.

Cuando los perros desean algo, como atención, comida o salir a la calle, pueden recurrir al ladrido por atención. Estos ladridos son persistentes y de volumen moderado, y suelen acompañarse de una postura que busca captar nuestra mirada. Sin embargo, los ladridos también pueden ser una señal de incomodidad o estrés.

El ladrido de ansiedad es alto y constante, acompañado a menudo de comportamientos como inquietud o lamido excesivo. Similarmente, el ladrido de miedo tiene un tono más grave y puede ser más urgente, reflejando una defensa ante algo que los asusta.

En situaciones donde el perro experimenta dolor, el ladrido puede ser menos común pero preocupante. Estos ladridos suelen ser confusos, ya que pueden parecerse a los ladridos por atención, pero el perro muestra signos de malestar. En casos más extremos, algunos perros desarrollan un ladrido compulsivo, repetitivo y sin un propósito claro, lo que podría indicar un problema de comportamiento que requiere intervención profesional.

Para manejar los ladridos excesivos, lo primero y más importante identificar el estímulo que los provoca y luego asegurarse de que el perro tenga suficiente ejercicio y entretenimiento. Además, el entrenamiento de obediencia puede ser útil para controlar los ladridos de una manera efectiva.

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