La relación entre la alimentación y la agresividad en perros

En la actualidad, los perros no tienen que preocuparse por encontrar comida por sus propios medios, pero su instinto les sigue obligando a codiciar y preservar los alimentos que están a su alcance. Este comportamiento ancestral continúa vigente, es una preocupación básica para ellos y les genera reacciones agresivas y conflictos violentos.

Controla la agresividad de tu perro

Para que la alimentación de tu perro no se convierta en motivo de desequilibrio de su conducta, debes tomar ciertas precauciones. En primer lugar, la preparación de la comida para los miembros de la casa y para las mascotas, debe hacerse en su ausencia.

Tu perro no debe estar presente durante la manipulación de los alimentos, ni estar lo suficientemente cerca como para que los olores le lleguen fácilmente. Por lo general, los perros se excitan y sobre estimulan cuando se les permite estar rondando en la cocina mientras se preparan los alimentos. La ansiedad que les genera es contraproducente y la frustración puede llegar a ser tan fuerte, que pueden volverse agresivos hasta con su propio dueño.

Ofrécele una dieta equilibrada

En segundo lugar, debes tener en cuenta una dieta balanceada y adecuada a las características particulares de tu mascota.

Debes evitar que sienta hambre, pues le estarías frustrando una necesidad básica, lo que como consecuencia hará que se manifieste su mal humor o irritabilidad contenida. Muchos estudios han confirmado que una dieta deficiente en proteínas, a menudo, resultan en actitudes anormalmente agresivas.

Dispón de un espacio para alimentarlo

Si quieres evitar comportamientos desagradables de tu perro, sírvele sus alimentos en un lugar en donde pueda comer tranquilamente y sin perturbaciones durante unos 10 minutos.

Una buena idea es ofrecerle su alimento en una habitación cerrada y a la que nadie entre a molestarle. Inmediatamente después que haya terminado de comer, tendrás que retirar su plato. Debes acostumbrarle a que puede comer, solamente, cuando tú le llevas alimento a esa habitación.

No es conveniente que lo dejes en esa habitación donde ha comido, y menos si ha quedado algún resto de comida. Si tu perro ve, todo el tiempo, comida en su plato, seguramente se preocupará de defenderla de cualquier persona o animal que se acerque.

Si retiras lo que no ha comido de su plato, evitarás que tenga reacciones violentas y, a medida que pasa el tiempo, se acostumbrará al sistema.

No comas delante de tu perro

Otra regla importante es que no comas en presencia de tu perro. La proximidad de los alimentos solo puede despertar la ansiedad y excitar al animal y puede verse tentado a mendigar, o a robar lo que tenga a su alcance.

No dejes alimentos en ninguna parte de la casa porque tu perro creerá que tiene derecho a comerlo, si tú, el líder de la manada, lo has dejado allí. Trata de prever la situación, porque después no podrás enojarte ni retar a tu perro si encuentra comida en la papelera, o galletas en el sofá y se las come.

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