La razón por la que a los perros les huelen las patas a ‘Cheetos’

En mayo de 2024, el actor Ryan Gosling reveló un dato de lo más curioso durante su participación en The Late Show with Stephen Colbert: uno de sus olores favoritos es el que desprenden las patas de su perro. En la entrevista describió este aroma como una mezcla de palomitas de maíz y nachos, un fenómeno no tan raro como parece. Muchos dueños de perros han notado que, al acercar la nariz a las almohadillas de sus mascotas, pueden detectar un olor que recuerda a los Cheetos. Pero, ¿qué está detrás de este olor tan curioso en las patas de los perros? ¿Es algo normal o debería preocuparnos?

En la mayoría de los casos, es algo completamente normal que se da por la interacción de bacterias que viven de manera natural en la piel de los perros, especialmente en las almohadillas. Estos microorganismos, en particular los géneros Proteus y Pseudomonas, liberan compuestos químicos que tienen un aroma muy peculiar. Estos compuestos volátiles son inofensivos y forman parte de la flora bacteriana normal del perro, contribuyendo a mantener su piel en buen estado.

La microbiota de la piel de los perros

Es importante comprender cómo funciona la microbiota de la piel en los perros para entender por qué tienen ese peculiar olor. A diferencia de los humanos, los perros no sudan por todo el cuerpo. Su principal mecanismo de regulación de la temperatura es el jadeo, pero también tienen una ligera transpiración a través de las almohadillas de sus patas.

Esta transpiración crea una pequeña cantidad de humedad en la zona, lo que favorece el crecimiento de bacterias. Las almohadillas, al ser zonas cálidas y húmedas, son un entorno ideal para la proliferación de microorganismos que forman parte de su microbiota cutánea. Entre ellos, Proteus y Pseudomonas son los más comunes y son responsables del aroma característico de las patas.

Precisamente, el ambiente de las patas de los perros favorece el crecimiento de bacterias como Proteus y Pseudomonas debido a la combinación de humedad, calor y falta de ventilación. Estas bacterias se desarrollan en lugares donde hay materia orgánica y humedad, lo que explica por qué las patas de los perros, al estar en contacto constante con superficies sucias y húmedas, son un lugar ideal para su proliferación.

En términos generales, el olor de las patas no solo proviene de estas bacterias, sino también de los compuestos volátiles que producen. Estos compuestos, como los ácidos grasos, tienen un olor similar al de los «Cheetos». En ocasiones, este olor puede volverse más pronunciado en perros que pasan mucho tiempo caminando sobre superficies sucias o mojadas, ya que las bacterias tienen más oportunidad de multiplicarse en un ambiente húmedo.

¿Cuándo hay que preocuparse?

Si bien el olor a «Cheetos» es un fenómeno completamente natural, si se vuelve más fuerte, desagradable o cambia a un tono más ácido o similar al queso rancio, podría ser señal de que algo no va bien. En tales casos, es recomendable observar si hay otros síntomas acompañantes que puedan indicar una infección o desequilibrio bacteriano. Los signos a los que hay que prestar atención incluyen:

• Un olor más fuerte o diferente al habitual podría ser indicativo de una infección.
• La piel irritada o enrojecida podría ser un signo de que las bacterias han causado un desequilibrio.
• Si el perro comienza a lamer o morderse las patas con más frecuencia, esto podría ser una señal de que algo le molesta.
• La inflamación o dolor en las patas pueden ser síntomas de una infección.

¿Se debe eliminar el olor?

Es natural que el aroma en las patas de un perro se perciba como un tanto peculiar, pero no se recomienda intentar eliminarlo. En lugar de tratar de enmascarar este olor con perfumes o productos comerciales, lo más recomendable es mantener una buena higiene sin interferir con el equilibrio bacteriano de la piel. Usar productos inadecuados o limpiar las patas del perro en exceso podría eliminar las bacterias beneficiosas que contribuyen a la salud de su piel.

Además, es importante evitar productos con fragancias artificiales, ya que estos pueden alterar la flora bacteriana de las patas y causar desequilibrios. Los perros tienen un sistema inmunológico muy sensible, por lo que cualquier cambio en su microbioma cutáneo podría resultar en problemas de piel o infecciones. Por lo tanto, es preferible limpiar las patas de manera suave y ocasional, utilizando productos adecuados para perros, y dejarlas secar de forma natural.

Para garantizar que las patas de tu perro se mantengan en buen estado, es fundamental proporcionarle un entorno limpio y saludable. Esto implica mantener las almohadillas secas y limpias, evitando que camine sobre superficies húmedas o sucias durante mucho tiempo. Si vives en un lugar donde tu perro está expuesto a terrenos mojados o muy sucios, es recomendable limpiar sus patas después de cada paseo para eliminar cualquier suciedad que pueda haberse acumulado entre los dedos o en las almohadillas.