Cistitis en gatos: causas y síntomas
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Son muchas las enfermedades que los gatos pueden sufrir a lo largo de su vida, como la cistitis. Provoca una inflamación de la vejiga y la uretra debido a, por ejemplo, un cálculo o cristal urinario.
La infección de las vías urinarias se produce cuando las bacterias de la vagina o el pene se extienden a la vejiga, provocando la inflamación e infección de este órgano. Aunque ocurre con poca frecuencia, las bacterias también se pueden extender a través del torrente sanguíneo hasta las vías urinarias.
Al tratarse de una infección bacteriana, es fundamental administrar al gato el tratamiento adecuado. De lo contrario, una cistitis no tratada puede dar lugar a daños renales. Uno de los principales problemas de esta enfermedad es que, según el tamaño del cálculo o cristal urinario, éste puede obstruir la uretra, parcial o totalmente.
Si esto sucede, el animal no puede expulsar la orina o muy poco, de manera que hay que llevarlo al veterinario urgentemente.
¿Cuáles son los síntomas?
La vejiga es uno de los órganos del tracto urinario inferior de los gatos. La infección e inflamación de esta zona suele dar lugar a una serie de síntomas: dolor durante la micción, presencia de sangre en la orina, micción frecuente, lamidos en los genitales y micción fuera del arenero.
Si en algún momento el gato trata de orinar y no puede, es muy probable que la uretra esté completamente obstruida. Su estado de salud puede empeorar de forma súbita, hasta el punto de peligrar su vida. Hay que llevarlo al veterinario de inmediato.
Tratamiento
Una vez en la clínica, el veterinario formula varias preguntas al dueño del gato y procede con una exploración del tracto urinario mediante una ecografía. Para poder hacer un diagnóstico, también realiza un análisis de sangre y de orina.
Una vez confirmada la cistitis, el tratamiento está formado por dos partes. Por un lado, hay que tratar las causas de la enfermedad. Y, por otro lado, hay que aliviar los síntomas, generalmente con la administración de analgésicos y medicamentos antiespasmódicos.
Si hay presencia de cálculos o cristales urinarios, el gato también necesitan medicamentos para reducir el pH de la orina y un plan de alimentación especial. Para que esté bien hidratado, es conveniente darle comida húmeda. Si los cálculos son demasiado grandes y no es posible disolverlos con medicamentos, es necesaria una intervención quirúrgica.
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