Villacís, la última ‘superviviente’ de CS que lucha por ser decisiva para Almeida
La candidata de CS promete dejar fuera del Gobierno municipal a Vox y Podemos si supera el 5% de los votos
Villacís busca su caladero de votos en los PAU de familias jóvenes, cantando a ritmo de Loquillo
Villacís se desata entre público LGTBi: «Soy la vicealcaldesa mariliendre»
Begoña Villacís (Madrid, 1977) está en el filo de la navaja. La vicealcaldesa de Madrid se enfrenta al todo o nada en las elecciones municipales del próximo 28 de mayo. La última superviviente de Ciudadanos con mando en plaza ha superado los cuatro años de mandato al lado de José Luis Martínez-Almeida con nota, pero ha perdido fuerza de cara al votante.
Esta abogada de 45 años, madre de tres niñas, se erigió como una de las principales caras de la nueva política. En los tiempos de auge de Albert Rivera, Villacís se convirtió en el más claro ejemplo de cómo sería la gestión liberal de regreso en España. Su contundente oposición a Manuela Carmena catapultó a su formación al tercer puesto en el Pleno de Cibeles, sólo por detrás de Más Madrid y PP. Volvía al Gobierno de la capital un partido centrista desde la salida del alcalde Agustín Rodríguez Sahagún.
Sin embargo, el naufragio de Ciudadanos iniciado tras la moción de censura fallida en Murcia ha golpeado fuerte las perspectivas electorales de la vicealcaldesa. En sus declaraciones habituales resta importancia al episodio de Murcia y considera que la gran equivocación de CS fue no contar con la repetición electoral propiciada por Pedro Sánchez en 2019. Sostiene que CS hubiera sido más útil si hubiera facilitado el Gobierno de Sánchez para evitar un Podemos fuerte. No obstante, reconoce que esta reflexión es muy fácil hacerla con la perspectiva del tiempo.
Villacís ha completado el mandato de una forma diametralmente opuesta a Ignacio Aguado, su compañero de ticket electoral en 2019. Mientras que el vicepresidente de la Comunidad de Madrid no paraba de poner zancadillas a Isabel Díaz Ayuso, la número dos de Almeida ha mantenido la lealtad al alcalde. Ni en los momentos más duros del caso mascarillas o del presunto espionaje a Ayuso, la vicealcaldesa dudó. Defiende que ha rechazado por dos veces un pacto con Más Madrid y PSOE para ser alcaldesa. No obstante, CS sabe que tendría un futuro aún más negro en Madrid si hubiera llegado a hacer guiños a la izquierda madrileña teledirigida por Pedro Sánchez e Íñigo Errejón.
Villacís llegó a coquetear con el PP para una alianza cuyos términos nunca se llegaron a aclarar. Para desmentir ese acercamiento, la dirigente naranja dice que del mismo modo que se reunió con Elías Bendodo también ha mantenido encuentros con el PSOE. Habló de pactos con formaciones locales en diversos municipios para superar el momento de crisis.
La vicealcaldesa ha conseguido mantener sus banderas a lo largo de estos cuatro años. Mantener lejos del poder a los extremos, que para ella son Vox y Podemos, y evitar casos de corrupción en sus propias filas. «Somos el único partido de España sin casos de corrupción», no se cansa de repetir.
En las filas naranjas consideran que, además del clima de polarización, uno de los principales problemas fue la negociación del Gobierno capitalino. A pesar de tener prácticamente el mismo peso que el PP en el órgano más importante del Consistorio, la Junta de Gobierno, CS cree que se quedó con áreas desdibujadas. Les hubiera gustado rotar en el puesto de la Alcaldía cada dos años, como en otros grandes municipios del país. Consideran que a la postre lo que ha pasado es que los ediles naranjas con su gestión han apuntalado a Almeida más que a Villacís. De hecho, dos ediles han entrado en las listas del PP y otros cuatro que no repiten en la candidatura de Villacís podrían dar el salto a altos cargos tras el 28M y han pasado a ser ediles no adscritos en el Pleno.
El domingo del 28M puede ser, o bien, la confirmación de que Villacís es el último gran activo del partido si supera el listón del 5% y entra con varios ediles clave para forzar que Vox y Podemos no entren en el Ejecutivo, o bien, la desaparición prácticamente total de CS del panorama nacional. Ya en 2019, Vox tenía un pie y medio en la presidencia de varios distritos. Sin embargo, la hoy vicealcaldesa hizo valer su experiencia para dar esquinazo a los de Javier Ortega Smith. Ahora, lo tendrá más difícil y en todo caso asegura que no compartirá Gobierno con los de Santiago Abascal ni facilitará un gobierno del sanchismo.
Villacís tiene como estrategia ir a nichos electorales donde el PP lo tiene difícil: el público LGTBI, las nuevas familias de los PAU que condenan la corrupción del PP, los jóvenes amantes de los videojuegos o los hosteleros a los que han beneficiado con las terrazas en plazas de aparcamientos y por el que recibió el mote de «Terrazís». «El Orgullo de la Villa», tal como apodan a la candidata naranja, se asoma al precipicio.