Ayuso sobre las acampadas en los campus: «Acabarán señalando a los israelíes para perseguirlos”
Son "los mismos movimientos de siempre de la izquierda" que sirven para "retrotraernos a los peores episodios del siglo XX"
Isabel Díaz Ayuso interpreta las acampadas en los campus por Gaza como un movimiento ideológico con el que se acabará «señalando a israelíes para perseguirlos», tal y como ha manifestado este viernes en Gerona, donde ha apoyado a los candidatos del PP a las elecciones catalanas de este domingo. El escenario que se está viendo en las universidades, especialmente en la Complutense, está echando más leña al debate y a los señalamientos en relación a la guerra de Israel y Palestina.
Según la lectura de Ayuso, estos son «los mismos movimientos internacionales de siempre por parte de la izquierda», con la diferencia de que ahora «se están haciendo fuertes en la vida universitaria, en los campus de todas las universidades», algo que califica de «insensato». Insiste en que no es un mensaje «de ahora», sino una estrategia que «siempre se ha puesto en marcha por parte de los mismos que aprovechan los espacios públicos de todos para hacer política».
La presidenta de la Comunidad de Madrid ha dejado claro que «que nadie se niega», tampoco ella, a «la cuestión del Estado palestino», pero le parece «insensato» hablar del asunto en estos momentos porque se podría leer como un «premio después de los atentados más graves que se recuerdan contra el pueblo judío, con más de 1.400 muertos»: «Me parece espantoso y deleznable que se vaya a premiar por matar, no es el momento de hablar de esto ni tampoco de que España se ponga la cabeza de nada cuando nadie se lo ha pedido».
En un intento de abordar el conflicto más al detalle, la jefa del Ejecutivo madrileño ha responsabilizado a quienes «destinan ingentes cantidades de dinero a armas, en lugar de a cuidar a su población y procurarles una sanidad o una educación, y que utiliza su propia población como escudos humanos».
«De señalar con la estrella de David…»
Pese a todo ello, Ayuso entiende que los campus universitarios de España no pueden utilizarse para «hacer esa politización», también por una cuestión de respeto a todos, y en ese sentido ha querido recordar que «entre nosotros en España, en todas las universidades, viven muchísimos judíos, muchísimos israelíes, como lo hacen también numerosos rusos, ucranianos, palestinos».
Por ello cree que, lejos de fomentar la integración en las universidades, se está generando el efecto contrario, y que «no se puede utilizar el campus para expulsar a nadie», sería «como decir que vamos a seguir señalando los negocios israelíes».»Vamos a pasar de señalar con la estrella de David a los judíos a señalar los negocios israelíes para perseguirlos», dice la presidenta de la Comunidad de Madrid.
La líder madrileña ha insistido en el mensaje que lanzó este jueves en la Asamblea para recriminar el falso feminismo de Más Madrid, al cuestionar si «alguien va a recordar en esas pancartas en los campus universitarios a esos 1.400 asesinados por Hamás» o a «esas mujeres que fueron mutiladas, violadas, desguazadas y después exhibidas como trofeos por la Franja de Gaza por el hecho de ser mujeres judías e israelíes».
Poner a unas víctimas por encima de otras es «un sinsentido», ha indicado, y sumarse a esa corriente le parece una forma de retrotraerse «a los peores episodios del siglo XX». «Lo que está ocurriendo en Gaza que es tremendo y por supuesto todos queremos que finalice», ha recordado.
Mensaje a los rectores
Por otro lado, el consejero de Educación, Ciencia y Universidades, Emilio Viciana, se ha dirigido a la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) por carta, en respuesta a un comunicado en el que manifiestan que revisarán y, en su caso, suspenderán «los acuerdos de colaboración con universidades y centros de investigación israelíes que no hayan expresado su firme compromiso con la paz y el cumplimiento del derecho internacional humanitario».
Viciana ha querido dejar claro, en primer lugar, que respeta «la autonomía universitaria y la libertad de la CRUE para manifestarse al respecto de cualquier cuestión que crea que le atañe». Sin embargo, ha confesado sentirse «sorprendido» por el «interés selectivo de la CRUE».
«Produce extrañeza que no se manifestara recientemente ante asuntos que le resultan mucho más cercanos, y que sí le pudieran resultar más comprometidos, como las amenazas al Estado de derecho y la separación de poderes aquí, en España, al hilo de la Ley de amnistía, cuando tantas instituciones, asociaciones profesionales y cuerpos de funcionaros emitieron comunicados de compromiso con la Constitución y la igualdad de los españoles ante la ley», ha relatado.
Asimismo, ha explicado que no puede dejar de advertir como consejero «la quiebra de la seguridad jurídica y el acto de censura y control ideológico, incluso de falta de humanidad que supone la amenaza de la CRUE en su comunicado», especialmente por ese punto en el que indican que romperían los acuerdos con instituciones académicas israelíes.
Ese párrafo, precisamente, «atenta contra la seguridad jurídica, porque se refiere a acuerdos que son meramente académicos», analiza, mientras que también «atenta contra la libertad de expresión y conciencia, porque las ideas políticas de los científicos e investigadores no deberían ser parte de dichos acuerdos, ni se les puede obligar a pronunciarse». Viciana hace una comparación al señalar que «este tipo de firmas forzadas recuerdan demasiado a regímenes dictatoriales».
Finalmente, también interpreta «la amenaza» como «un acto de inhumanidad porque no es justo ni proporcional exigirle a nadie que vaya contra su propio país cuando está en guerra», ni con Israel ni con Palestina. «¿Se hizo con las instituciones académicas e investigadoras palestinas a raíz de los atentados de Hamás?», cuestiona. Finalmente, él mismo ofrece la respuesta: «No figuraba tal cosa en los comunicados que al hilo de tales atentados publicó la CRUE».