Las 7 obras más importantes de la carrera de Miguel Ángel
Michelangelo Buonarroti, más conocido como Miguel Ángel, fue un artista de lo más completo que cultivó el arte de la pintura, la escultura y la arquitectura. Florencia y Roma fueron las ciudades en donde desarrolló toda su creatividad y lo hizo de la mano de sus mecenas los Médicis que le financiaron la mayoría de sus proyectos. Los papás romanos también apoyaron el trabajo de un hombre que cambió para siempre la historia del arte, mostrando las altas capacidades de un enamorado de la belleza que le rodeaba. Toma nota de las 7 obras más importantes de la carrera de Miguel Ángel.
Estas son las obras más importantes de Miguel Ángel
1. Madonna de la escalera
Esta obra es un bajo relieve en mármol que fue esculpido entre 1490-1492, finalizada antes de que el artista cumpliera 17 años. Se puede ver en la Casa Buonarroti, en Florencia.
Se trata de una obra que coincide en el tiempo con otra de sus primeras grandes composiciones, ‘La batalla de los centauros’, y presenta a una virgen sentada encima de un cubo de piedra con un niño, de espaldas, mamando. Una de las obras más características del autor en sus primeros años de trabajo.
2. Centauromaquia
Esta obra se expone también en la Casa Buonarroti, en Florencia, y es un relieve en mármol realizado en 1492, cuando Miguel Ángel estaba todavía en su época de estudiante.
3. La Piedad
Está en la Basílica de San Pedro, en El Vaticano, y fue una obra que Miguel Ángel creó a petición del cardenal Jean Bilhères de Lagraulas para decorar la basílica. Es una escultura en mármol que realizó entre los años 1498-1499.
Miguel Ángel contaba aquí ya con 24 años y larga experiencia en el arte de la escultura. Recogió el bloque de mármol más apropiado en la Toscana, y muchos pusieron en duda que Miguel Ángel fuera el autor dada la perfección de la obra y la juventud del autor.
4. El David
No cabe duda de que es una de las obras más importantes de Miguel Ángel, y quizás la más famosa. Es una impresionante escultura realizada en mármol entre los años 1502-1504. Está en la Galería de la Academia de Florencia.
Fue una obra que le encargaron al autor donde demostró su enorme poder para esculpir cuerpos y figuras. Se trata de una de las obras maestras del Renacimiento, además de una de las más famosas del mundo que se conocer a nivel universal.
Aunque ahora la podemos ver en la Galería de la Academia de Florencia, no siempre fue su lugar. Hasta 1873 estaba ubicada en la Plaza de la Señoría de Florencia, donde ahora podemos ver una réplica en mármol blanco.
5. Tondo Doni
La puedes ver en la Galleria degli Uffizi, de Florencia, y es una obra pictórica mezcla de óleo y temple sobre madera en tondo.
Una de las pinturas más destacadas del autor, que siempre ha pasado más desapercibida por la complejidad de su obra en la Capilla Sixtina. Se trata de una obra de carácter religioso donde podemos ver en un primer plano a la Virgen y al niño, y detrás a San José. Fue también un encargo de parte de un rico tejedor, Agnolo Doni, para regalar a su esposa, Maddalena Strozzi.
6. Frescos de la Capilla Sixtina
El papa Julio II encargó a Miguel Ángel que le diera un aspecto especial a la Capilla Sixtina con pintura, algo que no le gustó al artista ya que la pintura era lo que menos le gustaba. Afortunadamente no se negó y lo que dejó es una verdadera joya del arte.
Se trata de la estancia más conocida del Vaticano, y también la más impresionante. Todos los años recibe cientos de miles de visitas, en las que se puede admirar la complejidad y dificultad de la obra de Miguel Ángel.
Las pinturas concluyeron entre 1482 y 1483, con motivo de la festividad de la Asunción y la consagración de la Virgen María. Años después, el papa Julio encargó la bóveda a Miguel Ángel, comenzando aquí lo que hoy es una de las obras cumbres de la pintura a nivel mundial.
7. Tumba del papa Julio II
Además de los frescos de la Capilla Sixtina, el papa Julio II también encargó a Miguel Ángel su propia tumba en Roma en la Capilla Sixtina.
Al ser el principal mecenas de Miguel Ángel, el papa Julio II también confió en el italiano para decorar su complejo funerario. Se trata de un conjunto escultórico y arquitectónico marmóreo que fue diseñado y cambiado en varias ocasiones por el propio autor. La obra se encargó en 1505 y fue terminada 40 años después.
Temas:
- Miguel Ángel
- Obras de arte