El renacimiento de El Terreno y Gomila, así recuperará su esplendor la pintoresca zona de Palma que fascinó a artistas e intelectuales
“Fuimos a Palma pensando que sólo pasaríamos unas semanas, y nos pasamos todo el invierno. La vida en la isla era agradable y por eso, en vez de viajar por otros lugares, aquel verano decidimos quedarnos. Encontramos una casa con la ayuda del cartero y nos instalamos en la calle del Dos de Mayo. Los paisajes sugieren obras teatrales y, ciertamente, El Terreno es uno de ellos”. Así relataba la mecenas americana Gertrude Stein en ‘Autobiografía de Alice B. Toklas’, su pareja y escritora de Geography & Plays, la razón por la que la isla les había robado el corazón.
Eso sí, no han sido las únicas. Este barrio de Palma ubicado a los márgenes del centro de la isla ha sido durante décadas el refugio de reconocidas personas del mundo de la literatura, la pintura, la empresa o el cine atraídos por un ambiente cosmopolita, divertido e, incluso, a veces un poco canalla.
Y es que en este pintoresco barrio de El Terreno, a los pies del bosque Bellver, vivieron –y convivieron– nombres tan ilustres como el pintor Santiago Rusiñol, los escritores Camilo José Cela o Rubén Darío, el magnate Aristóteles Onassis, Erwin Hubert o Jimi Hendrix, entre otros muchos.
El Terreno siempre ha estado vivo y en constante evolución ya desde sus orígenes, sobre todo porque aquellos que han ido llegando a la isla siempre han optado por quedarse, ya sea por su calma, sus paisajes o sus personas porque, sin duda, los barrios los hacen las personas que en ellos habitan. Personas que ríen, que viven, que salen y bailan en los pubs de moda, que disfrutan y que, además, por un momento están entregadas a un placentero hedonismo, aunque sea un momento frugal.
El Terreno y Gomila, dos epicentros culturales de la isla
Fue a mediados del siglo XVIII cuando al El Terreno llegó el primer vecino de renombre: Cristóbal Vilella, el pintor real de Carlos IV y académico de la Real Academia de Bellas Artes enamorado de su naturaleza. A éste le siguieron familias de indianos que comenzaron a levantar sus estupendas casas de veraneo llenas de jardines, como la Familia Gomila, llegada de las Antillas, que cedió la parte delantera de su terreno para que se construyera un espacio donde los niños pudieran jugar y que hoy es la histórica Plaza Gomila.
Con la entrada del siglo XX, el barrio comenzó a tener muchísimo tirón entre los visitantes de Palma más selectos y se empezaron a abrir hoteles exclusivos para alojarlos. Destaca, por ejemplo, el mítico Hotel Victoria o el Hotel Mediterráneo, alojamientos predilectos de los visitantes más internacionales y las parejas más sonadas como la formada por Aristóteles Onassis y María Callas que imprimieron a El Terreno una atmósfera de diversión, libertad, glamour y exotismo.
Tras la II Guerra Mundial, durante las décadas de los 50 y 60 estalló en Europa un nuevo escenario donde el disfrute desenfadado se apoderó de la sociedad del Viejo Continente. Y así es también como El Terreno se convirtió en un lugar de culto para los amantes de la música más vanguardista y las salas de fiesta gracias a la proliferación de bares de gran fama entre los modernos más exigentes.
Nacieron entonces El Patio, el Bar Bellver, el Chotis, Joe’s, Barbarela, Tito’s, el bar Mónaco o la Sgt. Peppers, la discoteca donde tocó Jimi Hendrix sin cobrar ni un dólar en julio de 1968 después de que la discográfica londinense Music Festival Production anulara el festival Música 68 donde el guitarrista era una de las estrellas del cartel. En ese momento, los mallorquines y los visitantes no fueron conscientes de que se encontraban ante una de las últimas actuaciones de un mito de la música que murió sólo dos años más tarde de aquel verano con apenas 27 años.
El poder del Proyecto Gomila
Esta es la magia de este barrio lleno de intelectuales, artistas y personajes que dejan una impronta inolvidable que aún se respira en El Terreno, más aún cuando se va a dar un nuevo impulso a esta zona gracias al Proyecto Gomila. Una transformación ambiciosa llevada a cabo por MRVDV (Países Bajos) y GRAS (Mallorca), dos estudios de arquitectura internacional conocidos, sobre todo, por su experiencia en la creación de espacios urbanos que generan felicidad.
El Proyecto Gomila hará renacer esta zona de Palma de Mallorca despertando de nuevo el esplendor de aquella época dorada que tanto encandiló a creadores, intelectuales y artistas. Esta iniciativa renovará cuatro edificios y levantará cuatro más de nueva construcción alrededor de la histórica Plaza Gomila, a pocos pasos de Paseo Marítimo y del Castillo de Bellver, una de las zonas verdes más destacadas de la ciudad, donde, además, habrá comercios, floristerías, un pequeño supermercado con buen surtido, una deliciosa oferta gastronómica y la reapertura del mítico Bar Bellver.
En cuanto a las viviendas, que comercializa Engel & Völkers, suelo radiante, aire acondicionado, ventanas y puertas de doble acristalamiento, plaza de garaje, la piscina, el gimnasio y el txoko, un espacio reservado a los vecinos como lugar de reunión social que incluye servicio de restauración a voluntad del residente.
Todas las viviendas ofrecen, además, una experiencia estupenda al tener amplias terrazas con vistas al bosque de Bellver y parciales a la Bahía de Palma, espacios llenos de color para el estudio, el disfrute y el relax.
Alta sostenibilidad e impacto positivo
También se trata de un proyecto ambicioso en cuanto al respeto por el planeta en el que MRVDV y GRAS ARQUITECTOS han apostado de manera férrea por la sostenibilidad. Todas las viviendas –tanto apartamentos como adosados– se han proyectado con la máxima eficiente energética y compartiendo luz de producción solar entre edificios. Toda la obra nueva está equipada con calefacción por suelo radiante y ventanas de doble acristalamiento de máximo aislamiento acústico.
Cabe destacar también que el Proyecto Gomila también tiene un impacto positivo en la zona donde va a desarrollarse. Además de tener todas las comodidades y servicios, integrará un proyecto de responsabilidad social en colaboración con la fundación AMADIP-ESMENT, una asociación nacida en 1962 en Palma por familiares de personas con discapacidad intelectual para la defensa de sus derechos.
Y es que este nuevo proyecto, sin duda, va a ser un antes y un después para Palma, ya que se trata de una apuesta urbana e inmobiliaria muy potente que transformará la zona por completo, haciéndola aún más agradable y cool, y donde, además, se respetará al máximo su multiculturalidad y modernidad, dos aspectos que siempre ha sido un aspecto diferenciador de El Terreno.
Conoce más sobre el Proyecto Gomila aquí.