Por qué estoy triste en Navidad
No es obligatorio estar de buen humor en estas fechas, de manera que si te preguntas por qué estoy triste en Navidad, es completamente normal.
En ocasiones, cuando la mayor parte de personas están alegres, nosotros nos sentimos frustrados. No es obligatorio estar de buen humor en estas fechas, de manera que si te preguntas por qué estoy triste en Navidad, es completamente normal.
Los agobios, las luces, quedar bien con la familia y miles de historias más terminan por abrumarnos. Conoce los motivos.
Recuerdos de niñez
Si hemos pasado un duelo y nos falta un ser querido, durante esta época es cuando más se suele recordar. Siempre conectamos a la Navidad con la niñez, con la infancia y la ilusión de los regalos. De manera que la tristeza por las personas que ya no están es un signo normal que no debe preocuparnos.
¿Obligación de estar feliz?
Pues no tiene porqué. Pero como nos inculcan desde pequeños que parece que todo sea felicidad y alegría en estas épocas, no podamos tener ningún problema. Nada más lejos de la realidad. Debemos y nos merecemos estar tristes si queremos, no es algo que depende las épocas del calendario.
Divorcio, separación…
Algunas personas se muestran algo más tristes durante las Navidades porque recientemente se han separado o divorciado. Si es tu caso, debes salir para superar este bache, pero no te preocupes si ves que estás algo más sensible de lo normal, los recuerdos nos invaden más en tales fechas, que son consideradas más especiales.
Estamos más solos
Aunque tengamos familia, muchas parejas se van de vacaciones o están con sus familias, los amigo también y es posible que nos sintamos algo más solos. Como consecuencia, estaremos más tristes, pero hay miles de cosas que podemos hacer para superar ello en esta época.
Conflictos internos, nada que ver con la Navidad
Hay que pensar que las Navidades en sí mismas no son dañinas. Lo que provoca que estemos así son nuestros propios problemas y conflictos internos. Que entonces se aceleran en esta época. Por tanto, no le demos la culpa a la Navidad, sino a un problema que tenemos y que debemos resolver antes de que sea tarde. Porque si se desarrolla entonces la tristeza será continua, sea invierno, primavera o verano.
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