Soros y Noruega dieron 500.000 € a las ONGs de Colau y Bondía para fomentar el secesionismo

Ada Colau
Pablo Iglesias, con Ada Colau, el pasado 9 de mayo.
Manuel Cerdán

El gurú de la especulación, George Soros, y el estado de Noruega financiaron a las organizaciones de Ada Colau y de David Bondía con más de medio millón de euros para desarrollar los programas de «ciudadanía activa» pero que, finalmente, sirvió para engrasar el activismo secesionista en Cataluña.

Open Society Foundation (OSF), la organización de Soros, destinó importantes cantidades de dinero a los grupos que formaban el Observatori DESC de Cataluña, del que Ada Colau era una de sus dirigentes más activas, hasta que optó por la política y consiguió la alcaldía de Barcelona, en 2015.

Fuentes próximas a la alcaldesa han asegurado a OKDIARIO que Colau, que adquirió gran notoriedad por sus participaciones televisivas en la lucha contra los desahucios, nunca habría podido conseguir la Alcaldía de Barcelona sin la ayuda de la organización del millonario Soros.

Los «papeles de Soros» en poder de OKDIARIO ponen de relieve que el gurú de la especulación financiera destinó, antes de 2014, fondos de su organización al entramado organizativo de Colau y de su socio David Bondía, el actual presidente del Instituto de Derechos Humanos de Cataluña y un reconocido independentista.

 

Colau y Bondía lograron, así mismo, una buena tajada de una importante partida millonaria -4,5 millones de euros- aportada por el reino de Noruega para organizaciones sociales españolas. Los dos activistas catalanes consiguieron una cantidad superior al medio millón de euros –el 12% del proyecto–, que se repartieron el movimiento de Bondía Defender a quien defiende (en los documentos oficiales: Defend the defenders, en inglés), con 127.000 euros, y la plataforma de entidades económicas, sociales y culturales que conforman o están ligadas al Observatori DESC del que Colau era su coordinadora, que obtuvo 384.000 euros.

Observatori DESC y la familia política de Colau

Bondía, profesor de Derecho Internacional Público de la Universidad de Barcelona, es la pieza más importante de Colau en todo el entramado de organizaciones sociales –la mayoría de corte independentista– conectadas con el ayuntamiento de Barcelona. Tal es la importancia de Bondía en el activismo catalán que la alcaldesa lo postuló en 2016 para ocupar la candidatura de Sindic de Barcelona, un cargo equivalente al Defensor del Pueblo.

Por el Observatori DESC, una de las organizaciones de Cataluña más beneficiada por Soros y OSF, también pasó la familia política de la alcaldesa, entre quienes destacaban el primer teniente alcalde de Barcelona Gerardo Pisarello y su esposa Vanessa Valiño, que llegó a ser directora de DESC, Jaume Asens y su socia Anaïs Franquesa y el marido de Colau, Adrià Alemany. Todos ellos en la actualidad trabajan o colaboran con el Ayuntamiento de Barcelona.

En la operación de la entrega del dinero de Noruega a los grupos pro independentistas catalanes el especulador Soros no se mantenía al margen. La organización que gestionaba los fondos noruegos -Norwegian Helsinki Committee- estaba así mismo financiada por OSF del multimillonario húngaro-norteamericano.

Fondos para denunciar la represión en España

No hay que olvidar que Noruega, durante el proceso golpista de Carles Puigdemont, siempre mostró su interés en intermediar entre el ex presidente catalán y el Gobierno de Rajoy, como también lo intentaron otros países bálticos como Suecia o Finlandia.

Lo más vergonzoso de la subvención a la ONG de Bondía es cómo la presenta el organismo noruego en su publicación oficial. Sobre todo, cuando reconoce el destino que se le va a dar a todo ese dinero: “Esta red de observadores se ha articulado en un Observatorio Nacional para analizar el control social y la represión en el estado español”.

 

Y lo llamativo del caso es que a la presentación del programa de ayudas a ONG’s españolas, celebrado en Madrid, acudieron la secretaria de Estado del Ministerio de Asuntos Exteriores de Noruega, Gry Larsen, y la representante del Comité de Helsinki ligado a Soros, Lillian Solheim.

Por parte española, acudieron representantes del Ministerio de Hacienda y del Ministerio de Sanidad e Igualdad, que no se enteraron de lo que allí se cocía.

Bondía, el escudero de Puigdemont

Bondía, además del dinero del petróleo noruego, percibió en 2016 de la organización de Soros, Open Society Foundation, otros 52.988 dólares para sus actividades independentistas. Con parte de ese dinero pudo financiar el acto de presentación de Carles Puigdemont en Ginebra, en marzo pasado, cuando el ex presidente se desplazó desde Bruselas a la ciudad helvética.

En aquella conferencia, Bondía y el prófugo Puigdemont denunciaron la regresión de los derechos humanos en España y el ejercicio de la violencia en la jornada del 1-O. Los convocantes aprovechaban del acto para internacionalizar lo que ellos denominan “conflicto catalán”, algo que desde hace años entra dentro de la estrategia de Soros.

Bondía había interpuesto antes una demanda contra España ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos para impedir la aplicación del artículo 155 aprobado por el Consejo de Ministros. Alegaba que suponía “un daño irreparable para millones de personas votantes y una grave erosión a los fundamentos del Estado de derecho”, pero no tuvo ningún éxito en sus pretensiones.

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