Iván Redondo cobraba del PP de Bárcenas mientras Garzón investigaba la Gürtel
Iván Redondo, el cerebro y muñidor de la moción de censura contra Mariano Rajoy que aupó a Pedro Sánchez a la Presidencia del Gobierno, que ahora dirige la estrategia contra Isabel Díaz Ayuso en la guerra por Madrid, era un asalariado VIP del PP mientras el magistrado Baltasar Garzón investigaba en 2008 la trama Gürtel de Génova.
Los documentos internos de la contabilidad del PP, en poder de OKDIARIO, demuestran que el mismo mes de febrero de 2009 en el que la Audiencia Nacional ordenaba la detención de Francisco Correa y de otros imputados de la trama Gürtel, Iván Redondo seguía recibiendo dinero de manera puntual de la tesorería de Génova en su cuenta bancaria. Si se prorratearan las retribuciones de aquel año del número 2 de Sánchez -207.088 euros-, sus ingresos mensuales rondarían los 17.000 euros.
Este miércoles, OKDIARIO desveló en exclusiva que el gurú de Pedro Sánchez en La Moncloa trabajó para la Dirección Nacional del PP durante 2008 y 2009 con una retribución superior a la de Mariano Rajoy, coincidiendo con los últimos años de la supuesta ‘caja B’ de Génova. El pagador de los emolumentos de Redondo era el tesorero Luis Bárcenas, en prisión por el caso Gürtel y en el banquillo por la conocida como ‘caja B’ del PP.
Según fuentes de la dirección actual de los ‘populares’, tan elevados emolumentos darían a entender que el consultor político desempeñaría en aquellos momentos una colaboración importante dentro de las filas del PP. Tampoco descartarían que asesorara en algún momento de manera directa a Mariano Rajoy.
Aquellos días del inicio de 2009 eran unos momentos procelosos para el PP. El propio Redondo, que se había embarcado durante un mes y medio en la campaña de Antonio Basagoiti en el País Vasco, se veía así mismo afectado por la crisis vivida en el partido al que asesoraba. Sobre todo, cuando la onda expansiva de la trama de Francisco Correa sacudía al tesorero de Génova, la persona que autorizaba los pagos al consultor político.
El senador Luis Bárcenas se vio obligado a dimitir de todos sus cargos en Génova, el 28 de julio de 2009, tras pasar imputación desde la Audiencia Nacional al Tribunal Supremo por sus relaciones con el cabecilla de la Gürtel, Francisco Correa. En esos meses, Redondo siguió vinculado profesionalmente al PP.
El jefe de los fontaneros de Sánchez, en esa época, ya había regresado a Madrid tras la campaña electoral de las elecciones vascas, donde había asesorado a Basagoiti en lo que se llegó a conocer como “campaña pop”. Por ese trabajo también cobró, pero de los ‘populares’ del País Vasco.
Un alto cargo del PP vasco señaló a OKDIARIO que Redondo se dedicaba única y exclusivamente a proponer ideas desde Madrid sin ser el director de la campaña. “Era creativo y proactivo, pero uno más del equipo de campaña. Nunca dirigió nada”, según las mismas fuentes.
Los primeros pasos con Sánchez
Uno de los asistentes a las intensas reuniones de Génova para amortiguar los efectos de la onda expansiva de Gürtel recuerda a OKDIARIO que nadie se podía imaginar entonces que aquel joven donostiarra de tan sólo 28 años, que asesoraba al partido, iba a convertirse en el cerebro en pergeñar un plan para echar a Rajoy de La Moncloa una década después. ¿Y cuál fue la excusa aprovechada por Redondo?: un párrafo de la sentencia del proceso judicial Gürtel, que relacionaba al PP con la trama de Correa.
La jugada diseñada por Redondo para entronizar a Sánchez contaba con la anuencia de Pablo Iglesias y de todos los partidos de la izquierda, incluidos independentistas y filoterroristas, que secundaron al Rasputín de La Moncloa. Era la única combinación aritmética para que fraguara la moción de censura.
El actual gurú de La Moncloa comenzó a colaborar con Pedro Sánchez cuando éste se enfrentó a Susana Díaz en las primarias del PSOE a la Secretaría General del partido, celebradas en mayo de 2017. Después, tras convertirse Sánchez en el máximo mandatario socialista, Redondo trabajó, codo con codo, con José Luis Ábalos en la sede socialista. La consultora política Redondo & Asociados Public Affairs Firm suscribió un contrato con Ferraz.
A partir de ese momento, Redondo, el típico spin doctor (el asesor político que pretende controlar el poder y el posterior relato en los medios), que ha sido popularizado por las series de televisión, puso en marcha la operación “moción de censura” contra Rajoy. Además, ya había adelantado sin tapujos en su blog The War Room.
El hombre de Sánchez, que define la política como “el arte de lo invisible”, visibilizaba, en cambio, sus planes ocultos en las páginas del diario económico Expansión. Aseguraba: “Se puede ser presidente bien a través de una moción de censura (si se sucedieran más escándalos en el seno del PP y se conforma esa mayoría alternativa) o tras el resultado de unas elecciones anticipadas”.
Redondo sabía que el único escándalo que podía tumbar a Rajoy era el que él había vivido como asalariado intramuros del PP: la operación Gürtel. Y la oportunidad inmejorable se le presentó con la sentencia de ese caso, redactada el ponente del tribunal, el magistrado José Ricardo de Prada.
Cuando la Audiencia Nacional dio a conocer la sentencia, el 24 de mayo de 2018, la maquinaria de Redondo ya había puesto en marcha el operativo. El párrafo redactado por el tribunal le proporcionaba la coartada perfecta para actuar contra Rajoy y el PP. Hablaba de “una estructura financiera y contable paralela a la oficial” del PP, que existía “desde al menos el año 1989” y que servía para “entregar cantidades a personas miembros relevantes del partido”.
Tras la llegada de Sánchez a Presidencia del Gobierno, gracias a la sentencia Gürtel, Redondo se convertía, en junio de 2018, en el dueño del Ala Oeste de La Moncloa. Era nombrado director de Gabinete del palacio presidencial ocupando el mismo despacho desde donde Alfonso Guerra había ejercido el cargo de vicepresidente. Las paredes del edificio no eran blancas, pero le hacían recordar a Redondo los thrillers televisivos desarrollados en Washington en multitud de series.
La nómina del jefe de los sherpas monclovitas era muy inferior a los ingresos obtenidos en Génova 13, pero superaba los 120.000 euros anuales, entre salario y complementos. Por ello era el número 2 del exclusivo complejo presidencial, habitado por 2.000 funcionarios en una extensión de 20 hectáreas.
Redondo, que se define como “un humilde asesor sin ideología política”, se ha colocado el mono de spin doctor de La Moncloa para rivalizar con Miguel Ángel Rodríguez -director de Gabinete de Isabel Díaz Ayuso- en la guerra electoral por Madrid. Su objetivo: acabar con Ayuso.
Tirón de orejas del Supremo
Tiempo después de la sentencia sobre la Gürtel, el Tribunal Supremo reconoció que los magistrados de la Audiencia Nacional se habían extralimitado al considerar por probada la existencia de una contabilidad B en el PP “en una dinámica de corrupción institucional”. Para los magistrados del alto tribunal, la figura penal de “partícipe a título lucrativo” no presuponía que el PP participara en el delito ni conociera su comisión.
El tribunal sentenciaba: “La contradicción en la que entra la sentencia es evidente. Considerar que el Partido Popular era conocedor y responsable penal, aunque sea a efectos teóricos, supone entender que no era ajeno a los hechos penales, de modo que sería imposible aplicar la norma utilizada para imputar civilmente a dicho partido en el proceso penal”.
Además, se daba la circunstancia de que, en los mismos años en los que Redondo había cobrado del PP, el magistrado De Prada había sido miembro (2008) de una comisión de observadores en Bolivia y, más tarde, juez especial en el proceso de paz en Colombia. Ambos proyectos fueron subvencionados con dinero del especulador de las finanzas, Georges Soros. El supuesto filántropo globalista y Sánchez nunca han ocultado su amistad, hasta el punto de que Soros fue una de las primeras personalidades que visitó al presidente socialista en La Moncloa tras la moción de censura.
Por sus conocimientos sobre Génova, estaba claro que nadie del entorno de Sánchez estaba tan capacitado como Redondo para abordar el asunto de la moción de censura. Sus años de colaborador del PP, aunque los dirigentes de Génova insisten en que nunca llegó a trabajar físicamente en la sede del partido ni cerca de Rajoy, le aportaban el background suficiente para la misión. Entre los ‘populares’ todavía se siguen preguntando por qué el entonces presidente del PP y del Gobierno se dejó noquear sin pelear.
El ex gerente Cristóbal Páez señaló a OKDIARIO que las retribuciones del PP eran propuestas por su tesorero Luis Bárcenas y que él nunca tuvo acceso a los datos de la contabilidad interna del PP, que este miércoles reprodujo en sus páginas este periódico. Páez figuraba con unos ingresos brutos en 2009 de 156.106 euros.
Sobre las retribuciones de los altos cargos Génova, Páez aclaró que los políticos percibían además de las cantidades que figuran en la hoja de cálculo los salarios como parlamentarios y que él percibía una nómina neta de siete mil euros, tras la retención del 39% del IRPF.
Páez, que sólo fue administrador de la campaña de las Elecciones Generales de 2008 de la que fue coordinador del programa electoral Juan Costa y director Pío García Escudero, manifestó que nunca llegó a ser nombrado tesorero, como así mismo destacaba en su información OKDIARIO.