Crisis diplomática con Marruecos

Informe del Gobierno Zapatero: “El riesgo sobre Ceuta y Melilla puede degenerar en conflicto bélico”

Recogía además que el Derecho Internacional "no permite establecer similitudes con la cuestión de Gibraltar"

Zapatero Ceuta Melilla
Rodríguez Zapatero y el informe de Defensa.
Luis Miguel Montero

Un informe del Ministerio de Defensa, fechado en septiembre de 2011, con José Luis Rodríguez Zapatero como presidente socialista del Gobierno y la fallecida Carmen Chacón como ministra de Defensa, ponía negro sobre blanco algo que ya se venía gestando años atrás y que en la actualidad sigue más vigente que nunca: “El riesgo sobre Ceuta y Melilla no sólo es permanente, sino que además, si no se gestiona adecuadamente desde el plano político, es susceptible de degenerar en un conflicto bélico”.

La afirmación no es baladí y fue publicada por el Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional (CESEDEN), con el título Los intereses geopolíticos de España: Panorama de Riesgos y Amenazas. El presidente del grupo de trabajo que realizó el citado estudio del CESEDEM fue el vicealmirante y presidente del Tribunal Marítimo Central, antiguo subdirector general de Planes y Relaciones Internacionales de la Defensa, Enrique Pérez Ramírez. El coordinador del trabajo fue José Antonio Valdivieso Dumont, coronel profesor de la Escuela de Altos Estudios de la Defensa. Los vocales eran María Dolores Algora Weber, entonces profesora de la Universidad CEU San Pablo y ahora doctora en Historia Contemporánea por la Universidad Complutense, Máster en Paz, Defensa y Seguridad de la UNED y Master de Defensa Nacional por el propio Ceseden. A ella pertenece esta afirmación y su voz cuando se habla del Magreb es de las más autorizadas, ya que ha dado clases como profesora en la Facultad de Letras de la Universidad de la Manouba (Túnez), en Aix-Marsella (Francia) y en la Universidad Católica de Lovaina (Bélgica).

Los otros dos vocales fueron Gonzalo Salazar Serantes, doctor en Ciencias Políticas y más tarde Embajador Representante Permanente ante la ONU y demás Organismos Internacionales con sede en Viena, y Emilio Sánchez de Rojas Díaz, el coronel profesor jefe del Departamento de Estrategia y Relaciones Internacionales de la Escuela Superior de las Fuerzas Armadas, experto en Inteligencia, estrategia y relaciones internacionales, con amplia experiencia diplomática y militar en el exterior y político militar en el interior y actualmente profesor principal y jefe de departamento en el CESEDEN.

El estudio del CESEDEN.
El estudio del CESEDEN.

La afirmación tan contundente está recogida en la página 24 del estudio, en el apartado dedicado a los Intereses nacionales de España en su entorno geopolítico. La profesora Algora ya avisa en este documento de 2011 de que “mientras que la soberanía española sobre las ciudades autónomas ha estado fuera de todo cuestionamiento para cualquier gobierno español, por el lado marroquí no han cesado las reivindicaciones territoriales sobre éstas, ni sobre las islas (Perejil y Chafarinas) y los peñones (Alhucemas y Vélez de la Gomera). Es evidente la amenaza que ambos estados perciben en esta circunstancia respecto a sus intereses nacionales, pero hay una diferencia sustancial que no debe ser obviada: el nivel de riesgos que supone para cada país”.

Y añade que para España, “no hay ningún interés vital que implique un riesgo más elevado que el que representan sus posesiones en el norte de África. Esta percepción está por encima de los intereses estratégicos que pueda comportar la situación, que no son pocos. Por ejemplo, las infraestructuras que proporcionan dichos puertos para el tráfico comercial marítimo o el apoyo que prestan estas plazas al sistema de vigilancia por radar de las costas españolas. No obstante, aun siendo ello importante, la defensa de la soberanía española sobre esos territorios anula cualquier otro planteamiento hasta el presente”.

Gibraltar

Como historiadora especialista la profesora recuerda en el estudio la posición de los sucesivos gobiernos españoles hasta el momento en este asunto y en el de Gibraltar: “Ningún Gobierno ha puesto en cuestión la protección de la voluntad soberana de ceutíes y melillenses en su aspiración nacional de pertenencia al Estado español. Por otra parte, ni el pasado histórico, ni los tratados bilaterales, ni el Derecho Internacional permite establecer similitudes con la cuestión de Gibraltar, a lo que se recurre con frecuencia. Mucho menos, el nivel de riesgos que implica el rechazo de las fronteras”, para recordar y advertir de que «el riesgo sobre Ceuta y Melilla no sólo es permanente, sino que además, si no se gestiona adecuadamente desde el plano político, es susceptible de degenerar en un conflicto bélico. Esto sería prácticamente impensable con la colonia gibraltareña. En este aspecto, por conveniencia británica y por coherencia política, el Reino Unido respalda el posicionamiento español en lo tocante a nuestros territorios en el norte de África. Ahora bien, es trascendental para los intereses de España no confundir las situaciones» y remite a otro documento titulado Revisión Estratégica de la Defensa, pp. 145-146, Documentos anejos, Ministerio de Defensa 2003.

El informe de Defensa también recoge la importancia del Frente Polisario en la zona y la posición española que confronta con los intereses marroquíes por el apoyo al Polisario: “Otro punto de conflicto para los dos países es la línea de demarcación de la frontera marítima hispano-marroquí en las aguas del archipiélago canario. A lo que hay que añadir un tercer actor, como es la República Árabe Democrática Saharaui (RASD), que también ha presentado sus reivindicaciones ante Naciones Unidas. Resulta crucial para la defensa de los intereses nacionales españoles la solución definitiva de este litigio. Lo mismo se puede decir de la “cuestión del Sáhara”, que pone a España en situación mucho más grave y complicada”. Todo ello ocurría en septiembre de 2011, con el Gobierno de Rodríguez Zapatero.

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