Los ‘papeles secretos’ del sumario de Ginebra

El fiscal suizo se reunió en Madrid con Anticorrupción y García Castellón para investigar a los testaferros de Juan Carlos

El juez García Castellón junto al fiscal Yves Bertossa y Alejandro Luzón.
El juez Manuel García Castellón junto al fiscal Yves Bertossa y Alejandro Luzón.
Manuel Cerdán

El fiscal del Cantón de Ginebra, Yves Bertossa, que investiga a los testaferros de Don Juan Carlos I, se desplazó el 29 de octubre a Madrid para mantener una reunión secreta con el titular del Juzgado Central de Instrucción número 6, Manuel García-Castellón, y el jefe de la Fiscalía contra la Corrupción y el Crimen Organizado, Alejandro Luzón, según fuentes judiciales suizas.

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El fiscal habla de “las modalidades de ejecución de la comisión rogatoria y las especificidades del sistema suizo y español en materia de autoayuda”.

Al encuentro, que se celebró en las instalaciones de la Audiencia Nacional, también asistieron los tres fiscales anticorrupción que se ocupan de los casos AVE a La Meca y Villarejo: Luis Pastor, Miguel Serrano e Ignacio Stampa. Bertossa estaba acompañado por el analista financiero suizo, Raphael Zbinden.

OKDIARIO desvela hoy el documento del sumario de la Fiscalía de Ginebra, fechado el 14 de noviembre, en el que el fiscal Bertossa informa a las partes personadas en las diligencias P/14783/18 de su viaje a España.

El fiscal helvético dirige las diligencias secretas que abrió en agosto de 2018 contra los supuestos testaferros de Juan Carlos I: el primo del monarca, Álvaro de Orleans, y los intermediarios suizos Dante Canonica y Arturo Fasana. Todos ellos pueden enfrentarse a un delito de blanqueo de dinero.

Un modelo de colaboración

El procurador de la Fiscalía de Cantón de Ginebra reconoce en su escrito que el encuentro en Madrid con el juez del caso Villarejo y los fiscales anticorrupción había girado en torno a “las modalidades de ejecución de la comisión rogatoria y las especificidades del sistema suizo y español en materia de autoayuda”.

Se refería a las investigaciones que se siguen en Ginebra y que se cruzan con otras que se desarrollan en Madrid, por lo que ambas jurisdicciones necesitan una cooperación judicial efectiva para poder avanzar en sus pesquisas. Hay que recordar que Bertossa abrió las diligencias contra los testaferros de Juan Carlos después de que OKDIARIO publicara las confesiones de Corinna Sayn Wittgenstein, que el comisario Villarejo grabó en su domicilio de Londres en 2015 sin que ella lo supiera.

En las grabaciones la princesa alemana señalaba a Álvaro de Orleans, Dante Canonica y Arturo Fasana como los testaferros de Don Juan Carlos en el extranjero. Los tres hacían de pantalla a través de fundaciones, sociedades offshores y cuentas bancarias para ocultar el patrimonio de Su Majestad.

La Audiencia Nacional también abrió una pieza secreta -la número cinco de la operación Tándem- para investigar el contenido de las cintas, que fue finalmente archivada por el juez Diego de Egea, el instructor del sumario Villarejo, en septiembre de 2018. En la actualidad, la pieza sigue archivada, pero las cintas ya no están protegidas por el secreto sumarial.

Sede de la Audiencia Nacional, donde se llevó a cabo la reunión.
Sede de la Audiencia Nacional, donde se llevó a cabo la reunión.

Todo ese material, que permanece protegido en la caja fuerte de la Audiencia Nacional, es el que interesa al fiscal suizo Bertossa para poder concluir sus investigaciones. De ahí su viaje a Madrid.

La ayuda suiza

Al mismo tiempo, la Audiencia Nacional necesita la ayuda de Suiza para poder avanzar en algunos de los aspectos de la operación Tandem y por el pago de comisiones en el contrato del AVE a la Meca. Además, el Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional sería el competente para investigar los supuestos delitos de españoles en el extranjero. Álvaro de Orleans disfruta de su residencia fiscal en Mónaco pero tiene la nacionalidad española.

También sería competente para investigar a Arturo Fasana, que ya fue procesado en la causa Gürtel y estuvo a punto de ser investigado por la operación Emperador contra el chino Gao Ping, por blanqueo de dinero y otros delitos.

A Bertossa y Luzón les une la condición de ser hijos de dos grandes fiscales. El primero, del suizo Bernard Bertossa, que fue procurador general de Ginebra y el azote de la corrupción política en los años 80 y 90. El segundo, de José María Luzón, que llegó a ser teniente fiscal del Tribunal Supremo.

Además, se da la circunstancia de que el fiscal jefe de Anticorrupción, Alejandro Luzón estableció hace 25 años la misma colaboración con Bernard Bertossa, el padre del responsable del caso testaferros, cuando ambos investigaban en la década de los 90 las cuentas de Luis Roldán en Suiza. Luzón era entonces el fiscal de la causa contra el ex director de la Guardia Civil en un Juzgado de Instrucción de la Plaza Castilla.

Bertossa padre se convirtió en aquellos años en un icono de la lucha contra la corrupción, llegando a bloquear 130 millones de dólares a la familia del ex presidente de México, Carlos Salinas. Al mismo tiempo, inmovilizó otros diez millones del presidente argentino Carlos Menem.

Luzón es el único fundador de la Fiscalía contra la Corrupción y el Crimen Organizado que sigue activo en la misma institución desde que fue fundada en 1995 y ocupaba un par de plantas de un edificio próximo a la Castellana, en la zona norte de Madrid.

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